Pedagogía electoral

Si Rajoy hubiera dimitido antes de la censura, ahora mismo Soraya sería presidenta del gobierno en funciones

Fernando Iwasaki

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Las «primarias» del Partido Popular tendrán un efecto bienhechor sobre sus votantes en general y sus militantes en particular, porque arrostrar un proceso electoral interno les ha brindado la posibilidad de elegir y en más de un caso cambiar de candidato/ta según los resultados. Por otro lado, a los cabezas de listas y a sus equipos les ha enseñado a negociar, transigir y defender sus derechos, como un anticipo de lo que se avecina en el futuro, porque ningún partido volverá a tener mayorías absolutas ni a corto ni a mediano plazo.

Por ejemplo, las negociaciones entre los equipos de Pablo Casado y Soraya Sáenz de Santamaría prefiguran los posibles encuentros del futuro entre el PP y Ciudadanos, porque ambos partidos representan sensibilidades muy semejantes. De hecho, negociar con rivales intransigentes como los nacionalistas -que sólo demandan más privilegios para ellos- e incluso con adversarios enconados como el PSOE -que siempre escenificará su asco y sus náuseas-, siempre ha sido más sencillo y menos traumático que pactar con un semejante, porque los votantes aceptan con facilidad el argumento victimista de la extorsión.

De ahí que lo más pedagógico de las primarias del PP haya sido romper con el mantra perdedor que insistía en que debería gobernar quien haya obtenido más votos, cuando nuestro sistema electoral permite que diputados, parlamentarios y concejales elegidos negocien entre ellos para formar gobiernos. ¿O es que alguien cree que los rivales no son capaces de unirse? Casado supo atraer a los compromisarios que simpatizaban con los candidatos eliminados en la primera vuelta, mientras que Soraya exigía que Casado renunciara a su derecho de disputar el liderazgo para evitar una votación en el congreso. ¿Cuál de los dos tiene más condiciones para los tiempos de pactos que se avecinan?

Si Mariano Rajoy hubiera dimitido antes de la moción de censura, ahora mismo Soraya Sáenz de Santamaría sería presidenta del gobierno en funciones, el Rey estaría escuchando a los candidatos a formar gobierno, Podemos presionaría al PSOE para obtener ministerios, el artículo 155 seguiría vigente y en el PP no se habrían celebrado primarias. ¿Era una buena idea dejar que el gobierno del Partido Popular fuera tumbado por una moción que prefiguraba un gobierno con fecha de caducidad? ¿Alguien cree que el PSOE habría hecho lo mismo en caso de haber tenido el poder? ¿O Podemos e Izquierda Unida? Soraya Sáenz de Santamaría no supo o no quiso desmarcarse de aquel error y por eso perdió las primarias. En realidad, con su «O yo o me voy» también fue como Rajoy.

En las probables elecciones andaluzas de otoño el PP no tiene ninguna posibilidad de ganar, aunque podría propiciar un cambio de gobierno si desde ahora comenzara a labrarse una alianza con Ciudadanos. ¿Lo hará? Tras treinta años en modo «oposición» parece complicado. Y sospecho que la actual dirigencia preferiría al PSOE en el poder antes que a Ciudadanos.

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