El Palmar
Cuando leo que el último «papa» palmariano ha pasado por un banquillo por robo, no me extraña
Si me olvido de una noche de finales de septiembre en Pedraza, cuando no sabía dónde meterme ni qué hacer con aquella camisa de mangas cortas, mientras -eso sí- miraba la belleza del sitio y me asombraba de la noche misteriosa; si olvido aquella noche, ...
Artículo solo para suscriptores
Si ya estás suscrito, inicia sesión
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete