PÁSALO

Libertad de expulsión

«En mi partido no haylibertad de expresión; hay libertad de expulsión»

Felix Machuca

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«DIGAMOS que yo en el partido me dedico a mirar el horizonte más próximo con la perspectiva menos contaminada, algo imposible de alcanzar al cien por cien porque cada cual es amigo y cercano a las posiciones que cree más útil y menos manchada. Por eso me causa cierta perplejidad que, con el chapapote interno que enfanga los pies de la militancia sevillana y provincial, se escandalicen algunos criticando el apoyo que Susana le da a la caza mayor acorralada por el juicio de los Eres. Mientras en el PP se apoye, con idéntica desfachatez, a miembros condenados por la Justicia. En eso nadie cae. Quizás porque el partido se haya dividido en dos frentes irreconciliables, en dos peñas de juligans tan enfrentados como los cruzados y Saladino. Somos enemigos íntimos. Malviviendo bajo el mismo techo y compartiendo el mismo escudo. Pero tan alejados y opuestos unos de otro que me sigue valiendo el ejemplo que te he puesto de cruzados y Saladino. Quédate con él. Expresa bien lo que está pasando.

»A nuestra dirección se le llena la boca criticando el apoyo que Susana le presta a los ex presidentes de Andalucía sentados en el banquillo por el caso Ere. Pero a Virginia no se le caen los anillos para salir, públicamente, a defender, a jierro, como la defensa del Atleti de Simeone, a un Luis Paniagua, ex presidente de Nuevas Generaciones, concejal de Dos Hermanas y condenado por la Justicia por injurias a un concejal y al portavoz de Ciudadanos en el pueblo. Y está imputado por un delito de extorsión. Por cierto, Paniagua tiene también que afrontar una denuncia de Cristina Alonso, antigua portavoz y candidata popular en Dos Hermanas, por acoso laboral. Ahí no hay matices. Ni un mínimo de cuidado con la pringue que suelta la maquinaria de apoyo total, sin concesiones al rubor político. Es de los nuestros. Y se va a muerte con él. ¿Te recuerdo lo que decía Kissinger del presidente Somoza de Nicaragua? Salvando las distancias, que son muchas y complejas entre lo que te cuento y el ejemplo que te doy, salvando todo eso, te recuerdo que a Kissinger le decían sus allegados que Somoza era un auténtico tirano, una serpiente venenosa, un hijo de puta. El judío siempre contestaba lo mismo: pero es nuestro hijo de puta y hay que defenderlo a muerte. Hay cosas que están pasando en el PP sevillano que me recuerdan a Kissinger y a su famosa frase. Y solo tienes que mirar el caso Luis Paniagua para ver que, condenado y señalado, sigue siendo defendido por la dirección ejecutiva. A jierro. Como hizo Kissinger con Somoza… hasta que tuvo que soltarlo de la mano. Hay cosas muy difíciles de defender y entender.

»Yo por ejemplo sigo sin entender la limpieza ideológica que se está practicando dentro del partido. Sí, ya sé. Te entiendo. Tú eres de los que defienden que la democracia interna en un partido es pura leyenda urbana, un mito tan poco fiable como que la Grecia actual tenga algo que ver con la de Pericles y su concepto de la democracia. Pero aun así y todo te aseguro que cuesta bastante digerir que las discrepancias internas sean tomadas siempre como declaraciones de guerra. ¿Que hubo gente contrarias a la dirección que se fotografiaron con siglas de otro partido? Correcto. Pero lo hicieron cuando ya habían roto o estaban a punto de romper con el partido. Igualmente hay militantes que siguen militando en el PP, que no cambiaron de siglas, pero que corren serio peligro de ser botados a la calle por practicar la sana costumbre de discrepar razonadamente de la presidencia. En mi partido hay más libertad de expulsión que de expresión. Curiosamente, los compañeros de ese entorno, alardean después de que han criticado públicamente a alcaldes y ministros del PP. Y ni se despeinan. Dentro del provincial ellos piden lealtad suprema con la dirección. Fuera del partido son los mejores aliados de Podemos saboteando a sus compañeros. Te vas a reír mucho. Pero soy así. Un tipo muy inocente. Y a estas alturas me gustaría saber de una puñetera vez si Javier Arenas, después de las cosas que han pasado, apoya o respalda a Paniagua y a la presidenta. En serio, me gustaría saberlo… para acordarme o no de Kissinger».

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