LA TRIBU
España
Ese «España» tiene elsello, la marca Andalucía cuando echa a volar
Una palabra nos basta a los andaluces para mostrar la más absoluta identidad, para dejar claro quiénes somos, dónde tenemos la patria chica y la gran patria. Aunque llenaran de fronteras las lindes interiores y las líneas del mar, una palabra sería la llave maestra, sonorosísima ganzúa, que nos abriera las puertas, sin necesidad de decir nada más. Y lo más hermoso es que esa palabra es tan nuestra como nuestra tierra más nuestra; esa palabra, ese trisílabo que nadie puede pronunciar como nosotros, es España.
Ayer, cuando escuchaba la maravillosa interpretación que del Himno de Andalucía hacía Niña Pastori, con su andaluz libre de complejos y los acentos en su sitio, confieso que al decir «España» se me encogió el corazón. Ese «España» que no pronunciamos con ese pero que tiene una consonante únicamente nuestra, desconocida consonante pero no por eso huérfana de sonido —¡lo que daría por darle una grafía a ese sonido, ay…!—, ese «España» tiene el sello, la marca Andalucía cuando echa a volar. Único. Qué alegría que por la palabra España, al pronunciarla, nos podamos sentir más andaluces y españoles a un tiempo, porque ese sonido es un pájaro nacido aquí, criado aquí y que solamente aquí vuela como vuela cada vez que un andaluz lo dice. Me acordé entonces de un hecho de hace un cuarto de siglo. Acababa yo de llegar a una radio nacional y tras mi intervención el día 12 de octubre, un señor de Madrid me llamó a la emisora. Quería hablar conmigo, y jamás pude imaginar para qué: «Yo le pago lo que usted me pida, pero, por favor, ¿podría grabarme ese “España” que ha dicho en la radio hace un rato?» Me reí y le dije que se lo grababa cien veces y pagando yo, que era así como se pronuncia España en voz de andaluces. Y el buen señor: «Mire, es que tengo grabado el sonido “España” de muchas maneras, pero como lo dice usted, jamás. ¿Y sabe lo que le digo? Que es la forma más hermosa en la que he oído pronunciar “España”, sépalo.» Eso mismo le dije sin palabras a Niña Pastori, cuando en la playa del final dice, perfecto zurcido de nombres y sonidos nuestros, «…sea por Andalucía libre / España y la humanidad…» Viva la madre que te parió, Niña Pastori. Qué mío me sonó el Himno ayer, más que nunca, aunque todos los andaluces que lo han cantado y lo cantan digan España de la misma manera. Qué buen examen a los andaluces que tengan dudas. Será cuestión de ponerlos frente a un micrófono y decirles: «Diga usted España…» Una palabra entonces —mejor, un sonido, el de esa consonante desconocida— bastará para que pase o no la prueba. Una sola palabra, la de nuestra gran madre: España.
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