Alcorques vacíos
Sevilla, de ciudad verde, se ha vuelto capital que odia a los árboles
Cada vez que paso por una calle de Sevilla y veo un alcorque vacío, junto al recuerdo del árbol que había me evoca la letra de la canción del inspiradísimo Alberto Cortez: «Cuando un amigo se va/ queda un espacio vacío,/ que no lo puede ...
Artículo solo para suscriptores
Si ya estás suscrito, inicia sesión
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete