EL APUNTE

Viento eólico favorable

Navantia culmina la segunda plataforma para Iberdrola con la mirada puesta en un tercer contrato

LA VOZ

La relación entre Navantia y Iberdrola va viento en popa. El astillero de Puerto Real ha culminado en un tiempo récord, unos quince meses, la segunda plataforma encargada por la eléctrica española para un nuevo complejo eólico-marino._Se trata del parque que promueve en el Mar del Norte , denominado East Anglia One . Navantia se ha convertido en poco menos de cuatro años en proveedor de la infraestructura offshore que demanda Iberdrola y es que la constructora naval diversificó su negocio justo a tiempo para poder abrir su abanico de posibilidades hacia otros campos. Así, Navantia se ha convertido en un referente en la reparación de grandes cruceros y también ha metido la cabeza en el área offshore gracias al apoyo de Iberdrola.

La compañía eléctrica tiró de Navantia a mediados de 2014 para la construcción de dos piezas clave del complejo eólico que desarrollaba entonces en aguas alemanas del Mar Báltico. Se trataba del complejo Wikinger . Así nació esta exitosa relación. Iberdrola adjudicó a Navantia la construcción de la plataforma para albergar la subestación eléctrica del parque y las ‘jackets’ donde se anclarían los molinos de viento. La empresa naval cumplió en tiempo y forma con el contrato, lo que motivó en 2016 un nuevo acuerdo para la infraestructura de un nuevo complejo marino. En esta ocasión era el East Anglia One, en aguas inglesas del Mar del Norte. Iberdrola adjudicó también a Navantia la construcción de la plataforma para albergar la subestación, su soporte y los ‘ jackets ’ de los molinos.

El próximo martes se entregarán estas estructuras. El acto tiene especial relevancia porque Iberdrola desarrolla en estos momentos un nuevo complejo de energía renovable en aguas de la bretaña francesa, se trata del complejo Saint Brieuc , donde Navantia espera también pescar un pellizco de la infraestructura necesaria. Navantia ha logrado contratos en los dos proyectos por valor de 350 millones de euros. Estas adjudicaciones han permitido dar trabajo a más de 2.600 personas en los astilleros de Fene (A Coruña) y Puerto Real (Cádiz) y en de la asturiana Windar en Avilés (Asturias), además del arrastre sobre la economía local que ha generado esta actividad. Uno de los ejemplos más claros del efecto inducido fue el contrato con la compañía viguesa Industrias Ferri para la fabricación de 71 grúas para la carga de equipos en el montaje del parque marino en aguas alemanas.

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