OPINIÓN

El saco del peaje

PSOE y PP no se cansan de cruzar reproches por un peaje que prolongaron ambos

La Voz de Cádiz

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Ni los cambios en el gobierno, ni la cercanía de los plazos, ni siquiera el anuncio del final de la concesión administrativa en la autopista Cádiz-Sevilla trae la calma a los partidos políticos que se acusan unos a otros de este agravio territorial. Tampoco satisface a los usuarios de una vía tan útil y necesaria como polémica desde su creación. El Ministerio de Fomento no es capaz de garantizar que tras el final del acuerdo, confirmado para el último día del año que comience, qué fórmula será utilizada para compensar la eliminación de del pago por peaje. Antes de junio como después, con el equipo de Rajoy como con el de Pedro García, por más que se pregunta, siempre queda la duda en el aire.

Acaba la concesión pero lo de los pagar, por vía directa o indirecta, ya lo veremos. Parece que la ciudad de Cádiz, incluso la provincia, siempre han de ser rehenes de las luchas interesadas entre administraciones gobernadas por partidos distintos. En mitad de la refriega: la ciudad, la Bahía, Jerez y los gaditanos escuchando durante años promesas y excusas, reproches cruzados que lanzan los que han cometido idénticos errores.

Desde que el PP se hizo con el Gobierno y lo mantuvo hasta hace tres meses, el Ejecutivo autonómico (en donde siguen los mismos desde que llegó la democracia) ha condenado a Cádiz al incumplimiento sistemático de grandes proyectos como el nuevo hospital o la Ciudad de la Justicia.

Que la crisis los paralizara ‘sine die’ no es un argumento sólido, al menos para el gaditano cansado de las monsergas de siempre. Y no lo es porque todos fueron anunciados, proyectados y vendidos a bombo y platillo (sí también hacen uso de la propaganda otros, todos) antes de que la depresión económica hiciera temblar los cimientos del viejo continente. Así que no cuela esa explicación. Más sentido tiene que cada proyecto venía con la promesa de que sería convenientemente acelerado y ejecutado si hubiera sintonía entre Junta, Gobierno y administraciones locales. Pero el resultado de las elecciones hizo imposible que sonara la música. La melodía nunca llegó a entonarse, más bien fue el ruido del continuo rifirrafe político.

Después de tantos años, el peaje de una vía esencial no se libra de ese inútil sectarismo que trata de tapar complejos, puesto que gobiernos de ambos partidos (PSOE y PP) ampliaron la concesión del peaje durante las últimas décadas cada vez que se vieron en la necesidad de hacerlo. Esa es la realidad.

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