Cádiz y el teletrabajo. Los jóvenes y su futuro

Tanto en verano, como en Navidades, como, incluso, ahora en las fechas próximas a la Semana Santa, es frecuente que los que estamos habitualmente lejos de Cádiz nos encontremos en nuestra ciudad pasando unos días con nuestros seres queridos o disfrutando de nuestra tierra, sin necesidad de gastar vacaciones, de pedir días libres, ni de dejar de lado nuestras obligaciones.

La posibilidad de trabajar haciéndolo desde nuestra tierra natal por periodos determinados de tiempo abre la puerta a una serie de reflexiones.

Estaremos de acuerdo en que Cádiz tiene una serie de problemas – ya casi endémicos – que nadie hace el esfuerzo de solucionar. El paro, la pérdida y envejecimiento progresivo de la población , la caída en la actividad cultural y el ocio, el deterioro paulatino en los servicios urbanos y en el patrimonio de la ciudad, así como la dificultad en el acceso a la vivienda son fotogramas perfectos de nuestra decadencia y falta de expectativas.

Decadencia directamente relacionada con el hecho de que Cádiz cada vez es menos atractiva para vivir – sobre todo en ciertas franjas de edad - de forma permanente en ella. No obstante, como destino vacacional o de residencia ocasional, aún sigue siendo un lujo. Ahora bien ¿qué oportunidades laborales puede encontrar alguien que vive en Cádiz? Concretando aún más, ¿qué futuro profesional tiene un joven, nacido en nuestra ciudad que decida desarrollar su proyecto vital en este bello y pintoresco rincón?

Si Cádiz fuese capaz de solventar algunos de esos problemas de vivienda, de ocio y oferta cultural, reactivando lugares ahora cerrados o sin mantenimiento, si Cádiz contase con servicios y equipamientos urbanos de primera calidad. ¿No podría ser nuestra ciudad el destino ideal de todas aquellas personas que, aun trabajando para empresas extranjeras, quieren vivir en un lugar que les aporte tranquilidad, calidad de vida y belleza? ¿No podría ser ésta una fórmula efectiva para hacer que muchos de esos que tuvieron que marcharse de nuestra ciudad puedan retornar a ella? ¿No podría ser el teletrabajo una herramienta muy eficaz para atraer población foránea que viva aquí?

Para lograr ese objetivo, hay dos cuestiones que deben darse. Por un lado, todos aquellos que nos encontramos lejos de nuestra ciudad trabajando debemos intentar volver a nuestra residencia de origen cada vez que las circunstancias lo permitan, aunque tengamos que continuar con nuestras labores profesionales desde aquí. De esta forma, predicando con el ejemplo, contribuiremos a esa idea de un Cádiz vivo que se resiste a morir abandonado .

Por otro lado, las administraciones, especialmente el Ayuntamiento, deberían concentrar sus esfuerzos en mejorar el acceso a la vivienda, en atraer y retener comercios y establecimientos, poniendo también a punto todos los equipamientos culturales, deportivos y de ocio de la ciudad. Deberían mantener encuentros constantes con multinacionales y empresas de todo tipo para ofrecer Cádiz como un destino idílico para trabajar. Deberían emplear el tiempo que malgastan en sus redes sociales para hacer campañas que hagan Cádiz atractiva no solo para veranear, sino también para vivir de forma más o menos permanente.

Sin embargo, si nuestro futuro depende de este equipo municipal, mucho me temo que, de momento, solo nos queda la primera de las opciones, la que depende de nosotros . Para lo segundo, habrá que esperar que llegue otro equipo de gobierno que invierta su tiempo en trabajar por causas útiles que faciliten nuestras vidas y hagan de Cádiz un lugar mejor.