Tipos de madres

Pero además del sentido religioso, el día de la madre coincide con el momento de máximo esplendor de la primavera . Florecen los campos como lo hacen los anuncios y las publicaciones sobre sugerencias de regalos y también esos estudios que hacen referencia a los tipos de madres que existen . Porque así, como si tal cosa, resulta que se estila mucho desde hace tiempo eso de hacer una ‘clasificación’ de madres según su comportamiento y la manera de criar a sus vástagos .

Las categorías son muy diversas, de hecho, existen tantas como denominaciones. Pero principalmente, para la Psicología, hay madres (y también padres) helicóptero, tigre, bocadillo, apisonadoras, guardaespaldas, agenda, medusa y delfines . Salvo la última acepción, que representa el equilibrio perfecto, hacer que los hijos sean autosuficientes y ayudarles cuando sea preciso, todos estos estereotipos de madres resultan lógicamente imperfectos. Porque como sabrá cualquiera que tenga hijos, conseguir la excelencia en esto de educarlos es una misión bastante compleja.

Los términos empleados por los psicólogos se ajustan a la descripción de la madre en cuestión y resulta significativo ver cómo en realidad todos somos capaces de reconocer esos rasgos en personas que conocemos . Así, la helicóptero sería la madre controladora, vigilante y complaciente; la tigre, la perfeccionista; la bocadillo, esa que corretea tras su hijo por el parque o la playa con la merienda en mano para que éste coma mientras juega...

También está la madre apisonadora , la que va solventando cualquier impedimento que se pueda encontrar su criatura de forma que nunca tropiece con algún tipo de dificultad. Y por supuesto, en esa clasificación no faltan otros tres grandes clásicos: la guardaespaldas o superprotectora; la agenda, especializada en llevar el control de las tareas del colegio; y la medusa, que sería la madre permisiva, la que da libertad.

Siguiendo este ranking, prácticamente todos conocemos madres que se pueden encasillar en un determinado modelo, e incluso también hay algunas que podrían tener un poco de varios de ellos . Está claro que esos comportamientos existen y que además determinan el carácter de nuestros hijos . Aunque haya que pensar sobre ello, también es humano que cada madre actúe como crea que es mejor, pese a que se equivoque. En esto de la maternidad la perfección está sobrevalorada y se ha creado una especie de competencia absurda por alcanzarla . Las madres no siempre acertamos. Sabemos que erramos en no pocas ocasiones. Pero el instinto nos hace estar ahí, incondicionalmente, junto a nuestros hijos, pase lo que pase .