Montiel de Árnaiz - OPINIÓN

Luismi

Luis Miguel Martín Mesa es abogado, posiblemente el más alto de España

MONTIEL DE ÁRNAIZ

Luis Miguel Martín Mesa es abogado, posiblemente el más alto de España. Y con certeza de los mejores. La primera vez que me crucé con él, paseaba sus dos metros diez por esos pasillos de la Nostromo que eran los bajos de la Facultad de Derecho de Jerez: vestía cara de despiste y reía con prominencia. Ya no lo volví a ver hasta años después, cuando nos enfrentamos en un partido de baloncesto en Puerto Real. Luego, forjaríamos una gran amistad, mezcla de partidos, experiencias comunes y chuletones de retinto.

Cada domingo, Luismi se deja caer por mi muro de Facebook y plasma en él su opinión sobre mi opinión, a la que normalmente acompaña una queja por la brevedad de mis columnas. Le gusta mi acidez y disfruta con la ironía, pues como gran lector que es (especialmente de literatura histórica) está armado de habilidad para interpretar correctamente el sentido de los textos sin caer en el ruboroso error del lego. Podría decirse, sin equivocación, que LMMM es ese español de cada diez que piensa y no embiste, que decía Machado.

En fin, que sí, que Luismi es muy buena gente (no diré que juegue bien al baloncesto) y le tengo en gran estima, pero esta loa al amigo no es gratuita. El Rey visitó San Fernando el viernes y Michael Waddington estuvo toda la semana en Rota. Waddington es un abogado especializado en causas militares y crímenes de guerra que tiene página en Wikipedia y por algún motivo estuvo en la base militar americana de la que Luis Miguel Martín Mesa es abogado y notario desde hace años.

Es probable que Waddington felicitara a LMMM tras recibir éste una notificación que ha llenado de orgullo a su familia, sus amigos y a todo El Puerto de Santa María, su ciudad natal: Luismi ha sido distinguido por el Consejo General de la Abogacía estadounidense con el premio al mejor abogado de los que prestan servicio al personal militar de los EEUU, el 2016 LAMP Distinguished Service Individual Award.

Teníamos en Luismi otro talento oculto gaditano, pese a que siempre se le veía venir desde lejos: un jurista de dos metros diez de altura dotado con el don de la excelencia, al que quiero felicitar desde esta muy pequeñísima columna en la que resido.

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