HoJA ROJA
Grandes señales
Se nos quemó Notre Dame, y digo ‘se’ porque, por momentos, parecía que todos nos habíamos criado en la catedral
Si aún creyésemos en oráculos y en profetas estaríamos ya implorando piedad al cielo y sacrificando palomas y corderos por las esquinas. Si aún leyésemos el vuelo errático de las aves migratorias y estudiásemos las formas caprichosas de los posos del café, iríamos dando gritos ...
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