Estabilidad en el astillero de Cádiz

La reforma integral del crucero ‘Disney Wonder’ en el astillero de Cádiz supone carga de trabajo plena para unas instalaciones que celebran este año el 125 aniversario de su inauguración. El contrato con la Disney Cruise Line, empresa que explota los barcos de ocio del gigante de la animación, consolida un año histórico para la factoría de la capital.

El astillero gaditano arrancó el año con la reforma del crucero ‘Aida’, clave para los intereses de Navantia ya que este barco pertenece a la naviera Carnival y está en juego un suculento acuerdo para realizar en Cádiz las varadas técnica de los barcos que esta compañía tiene por el Mediterráneo. A la obra de este crucero han seguido otras cinco actuaciones de calado, además de la obra de mantenimiento practicada en julio al buque anfibio ‘Castilla’, de la Armada Española.

La planta de Cádiz ha logrado con el tiempo convertirse en un referente internacional en la reforma de cruceros y la mejor prueba de ello es que acabará 2016 con más de una docena de barcos reformados. Este tipo de contratos generan un valor añadido para la ciudad que se traduce en el consumo que se advierte tanto en el sector hostelero de la capital como en los taxis.

Sin embargo, la llegada del ‘Disney Wonder’ ha abierto un viejo debate que estaba soterrado entre los trabajadores del sector naval y la sociedad gaditana. La Disney viene a Cádiz con tres barcos de apoyo para la obra que se le practicara al ‘Wonder’, es decir, los tres ferrys forman parte de la logística de la naviera para complementar la obra. La Disney ha contratado los trabajos técnicos de reformas de su barco a Navantia, pero ha subcontratado todo el proyecto de reforma interior en empresas internacionales, cuyos trabajadores vienen en esos tres ferrys. Durante 40 días, los tres barcos de apoyo serán el hotel de, al menos, 800 personas. La plantilla de Navantia reconoce que esos trabajadores no tienen nada que ver con Cádiz, aunque dejarán dinero en los bares y restaurantes de la ciudad durante sus horas de ocio, pero el debate va más allá. ¿Por qué las navieras no contratan los servicios de reforma interior en las empresas de la Bahía?