La revolución de Pinocho

En estos días, todos reivindican su derecho a mentir y presumen del volumen de sus narices

Andrés G. Latorre

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Pinocho tuvo la desgracia de nacer en la época en la que nació. O de ser pulido en la época en la que fue tallado, que todos sabemos que sobre las creaciones y nacimientos de carpinteros suele haber aparejada a cierta polémica. Lo dicho, que ... de haber visto la luz en los momentos actuales, Pinocho tendría la posibilidad de reivindicar a voz en grito su derecho a mentir, a inventar, a, en definitiva, hacer de la patraña un arma de madera con un tamaño similar al de su nariz, con la que atacaría a quien señalara la magnitud de sus embustes.

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