Las cutreces de la muerte

En la cuarentena hay quien, con su irresposabilidad, le está haciendo el trabajo sucio a la muerte

Andrés G. Latorre

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Cuando llamó la muerte a la puerta, la recibí en chanclas y una camiseta falsa del Cádiz. Cuarentena y elegancia siempre siguieron caminos distintos. «Menuda pintas traes», retumbó su voz severa mientras yo, que pensaba que era el de Amazon, me asombré de que tuvieran ... que llevar guadaña para hacer los repartos. «La hora es llegada, mortal, el juez infinito te espera. Acompáñame y di adiós a la vanidad del mundo, cayó el último grano de arena del..». Si les digo la verdad, me fastidió más que no fuera el mensajero que la irrupción del fatal destino. Al fin y al cabo, todos sabemos que vamos a morir tarde o temprano, pero nunca cuándo llegará el de Seur.

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