Adolfo Vigo - OPINIÓN

Las alas de las mariposas

Lo dicho, y vaya si tiró la piedra, todo un bloque del Campo del Sur cayó sobre la cabeza de Sánchez Castejón

Adolfo Vigo
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Bien es sabido que la teoría del caos nos dice que cuando una mariposa aletea aquí en otra parte del mundo puede formarse un tornado. Y como mejor ejemplo de ese caos tenemos lo ocurrido el miércoles pasado, cuando Felipe González batió sus alas de mariposa, seguro que de la especie ‘monarca’, porque como decía la ranchera con dinero o sin dinero –en su caso con más del que se le presumiría a un gobernante socialista– sigue siendo el rey, y los cimientos del numero 70 de la calle Ferraz, temblaron como nunca lo habían hecho. Y seguro que después de este fin de semana, algunas sedes locales seguirán teniendo réplicas de aquel movimiento sísmico, sobretodo, en Andalucía.

Como si del corneta del Séptimo de caballería, el expresidente hizo sonar el toque de zafarrancho de combate y las huestes socialistas rebeldes, capitaneadas por la presidenta de la Junta de Andalucía, se lanzaron en tromba a realizar todo tipo de declaraciones contra aquél que aún ocupaba el asiento de secretario General del partido.

Cortando, esta vez, los ‘cowboys’ la cabellera al que se creía el ‘Gran Jefe indio’ de socialismo español.

Es curioso que una vez desencadenada la jauría contra el candidato socialista, el señor González desapareció de toda escena, haciendo mutis por el foro, siendo el mejor ejemplo para ilustrar lo que se suele querer indicar con el dicho de ‘tirar la piedra y esconder la mano’.

Lo dicho, y vaya si tiró la piedra, todo un bloque del Campo del Sur cayó sobre la cabeza de Sánchez Castejón. Aquél que hizo del ‘no es no’ el lema de la Casa ‘Sanchinnster’, no entendía que el invierno cruel llegara a su reino, que sus súbditos le dijeran que no le reconocían ya como su máximo representante, como la cabeza visible de un partido otrora grande, y que hoy en día se arrastraba de comicio en comicio con el temor siempre a que Podemos le adelantará por la izquierda y sin saber qué hacer para poder desbancar al Partido Popular del gobierno nacional. Un líder que venía a sumar votos, tal y como él prometió, y que lo único que había hecho en los últimos años era comprobar cómo el Partido Socialista se desangraba voto a voto, sin que supiera aplicar ningún torniquete que hiciera mejorar la anemia de glóbulos rojos que padecía su partido.

¿Y ahora qué? Pues a mi entender los rebeldes socialistas no han logrado parar la crisis del partido, solo han conseguido ponerle cara a una cabeza de turco, a un mono de goma al que darle la leña, en definitiva, crear un mártir para los militantes de base al que conjurarse en unas próximas primarias, si se presenta, para seguir con el dolor de cabeza de ciertos dirigentes con aspiraciones presidencialistas. Ya lo dice el refrán «no quieres sopa, pues toma dos platos». Y me da a mí que de la sopa de Pedro vamos a tener más de un plato.

Para colmo, algún gracioso se dedicó a mandar pizzas el sábado por la noche a la sede socialista para que se saciara el apetito voraz por si no habían tenido bastante devorando a Pedro, y no es que no hicieran falta, lo malo es que eran de ‘PP-roni’.

Por cierto, las malas lenguas dicen que a la de Triana se le vio llorar la misma tarde del ‘magnicidio’, pero también dicen que los cocodrilos lloran justo cuando van a devorar a sus presas…

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