155 votos para un suspenso

El pasado jueves volvió a ponerse de manifiesto que la izquierda española es incapaz de ponerse de acuerdo ni por el bien de España ni de los españoles. Mientras que en otras administraciones las derechas españolas son capaces de llegar a acuerdos e incluso, como es el caso de Andalucía, se consigue mejorar el estancamiento que durante años ha sufrido por el ‘yugo’ socialistas de tantos años en el poder, para Podemos y el PSOE esto es imposible.

Lo curioso de esta falta de sintonía política no es el hecho de llegar a un acuerdo en las políticas sociales a aplicar durante el mandato, ni cuáles serán las políticas en tema laboral para proteger a los trabajadores, ni siquiera las rebajas fiscales a los trabajadores o autónomos, que va, eso ni siquiera se ha puesto sobre la mesa. Lo importante para ellos son los sillones a repartirse, quien iba a llevar las carteras ministeriales, que es lo que de verdad le importa a los marqueses de Galapagar y al ‘okupa’ de la Moncloa.

Mientras tanto, los españoles llevamos más de un año viendo como España se pierde en mociones de censura, en llamamientos a elecciones generales, en investiduras fallidas y en ciento y un problema que hacen que el país quede en manos de verdaderos incompetentes que anteponen su ego personal para llegar a un acuerdo, al que antes ellos se habían negado que todo hay que decirlo, que el interés social del país.

Ciento cincuenta y cinco votos en contra para que Pedro Sánchez se convierta en Presidente del Gobierno. Ciento cincuenta y cinco votos para suspender la investidura del candidato como el artículo de la Constitución que suspendía la autonomía de Cataluña. Y es que el karma se manifiesta en pequeñas cosas que hacen que una risilla tonta aflore a la cara. Si Pedro Sánchez prometía que el tema de la independencia de Cataluña se estudiaría por parte de su gobierno, si se planteaba un posible indulto por parte del candidato a Presidente de los políticos presos por sublevarse contra el Estado y la Constitución, ha tenido que ver como el número del artículo más famoso últimamente en el país ha sido el número de votos que ha tenido que ver en el marcador del Congreso oponiéndose a su investidura.

Pero tranquilos, que a Pedro Sánchez no hay nada que le quite el sueño y para aliviar las penas por la falta de acuerdo con Pablo Iglesias lo mejor es marcharse él y su santa esposa durante veintiún días de vacaciones, a costa del erario público, aunque en España no haya gobierno que dirija al país. Ya en septiembre se verán de nuevo las caras y veremos si continúan en una lucha de egos entre los líderes de la izquierda o, si bien, velarán por el interés de los españoles.