OPINIÓN
Catetos
El TC español, una vez más resolviendo gansadas de formas absurda
El respeto a la cultura y a la idiosincrasia de los territorios que conforman el Estado, incluido sus lenguas son dignas de protección. España, colmo cualquier Estado europeo es plural. Sus folclores, su música, sus bailes, su gastronomía y tantas y tantas cosas hacen de nuestro país uno de los más ricos, llegando en ocasiones a la extravagancia bien entendida. Anteayer se utilizó políticamente la lengua, cuando esta es ante todo un instrumento de comunicación. El artículo 3.1 CE dice que el castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. Sí todos tenemos obligación de conocerla, es absurdo y un sin sentido hablar otra que origina trastornos de comunicabilidad. Insisto, la lengua es un instrumento para la comunicación. No debiera ser uno más de confrontación política. De ahí que en Francia el Consejo Constitucional ha dictaminado que, la única lengua oficial del Estado es el francés. Es posible que en Francia haya más lengua que en España. Tanto en los territorios catalanes y vascos en Francia, el único lenguaje oficial es el francés. Ni los corsos, ni los normandos, ni muchos más territorios con lenguas propias, pueden exigir comunicarse con la administración en sus respectivas lenguas autóctonas. Otra consideración a colación con el lenguaje, el llamado lenguaje inclusivo. Una majadería más de los tiempos que nos toca vivir. Milei, ha prohibido su uso en las comunicaciones con la administración. Después, cada cual que haga lo que le venga en ganas en su casa y vida civil.
Dijo en su día el TC que conforme al artículo 3 CE, el catalán, euskera, gallego, valenciano y aranés son proclamadas lenguas cooficiales en determinadas Comunidades Autónomas, según establecen sus respectivos Estatutos de Autonomía, reconociéndose el derecho del ciudadano a emplearlo y la obligación de los poderes públicos de garantizar este derecho, así como proteger y promover su uso. Se le olvidó decir que las relaciones de los ciudadanos con cualquiera que sea la administración, debiera ser exclusivamente en español, el idioma al que todos estamos obligados a conocer. En Madrid se incurre en un gasto innecesario y absurdo, porque todos los españoles tienen la obligación de saber español. Realmente habría que plantear la traducción simultánea en las Cortes españolas como un caso corrupción por malversación de fondos públicos, porque simplemente son prescindibles. Es el argumento utilizado en su día por Suecia, para oponerse a considerar el catalán, idioma oficial de la UE y el consiguiente gasto en que se incurriría. El TC español, una vez más resolviendo gansadas de formas absurda.
Pues bien, el jefe del ejecutivo vasco y de las putas nueces vascas (PNV), es oriundo de la Ribera del Duero. Cinco de sus ocho bisabuelos son de esa zona. Y ahora en Cataluña con el beneplácito del «UNO» o «Snchz» como quieran llamarlo, ha hablado en vasco en Barcelona. Falta de respeto, incumplimiento flagrante de la ley y un cateto de padre y señor mío. Representan todos los presidentes de CC.AA al Estado. Y el idioma oficial del Estado es el español. Ayuso, cuanto me acuerdo de ti.