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Con permiso

Y entre tuit y tuit, Europa, en medio

Tan lejos, pero tan cerca. Europa, la principal víctima de la «guerra» EE.UU.-China

María Jesús Pérez

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Que Donald Trump está a la última en lo que a utilización de las redes sociales se refiere para hacer su política está meridianamente al orden del día. De hecho, esta herramienta se ha consolidado como una de las vías de comunicación más potentes del presidente republicano desde que aterrizase en la Casa Blanca. Tanto es así, que muchas de sus decisiones las ha «voceado» a través de Twitter, algo poco conveniente por las consecuentes tensiones diplomáticas que provoca con otros países. Pero le resbala. Literal. Y si las respuestas a sus tuits le molestan pues bloquea al remitente y arreglado. ¡Ahora que no le bloqueen a él!

A muchos les provocará risa tanto despropósito verbalizado pero el caso es que sigue y sigue activo en Twitter, desde donde ha lanzado todas sus decisiones arancelarias que le enfrentan al líder de la otra gran potencia económica. Ambos enzarzados en una guerra comercial en un tira y afloja que parece no tener fin. Y Europa, en medio. Sí, tan lejos de los dos países, pero tan cerca. Porque los del Viejo Continente serán las verdaderas y principales víctimas de tanta batalla entre uno y otro lado del planeta.

¿Y eso? En los últimos años, Europa se ha convertido en el gran exportador del mundo. No tiene, digamos, ni materias primas ni gigantes tecnológicos como los americanos o los chinos pero... tiene fábricas. Ese es -¿era?- su verdadero potencial. Cuando la economía de la región se hundió, en la dramática crisis vivida entre 2008 y 2013, los países se volcaron hacia las exportaciones. Y eso les -«nos»- salvó. Hasta hoy.

Tras ese festival exportador, la Eurozona se había convertido en el área con mayor superávit por cuenta corriente del mundo, por delante de China... hasta que la guerra comercial se cruzó en su camino. ¡Nuestro gozo en un pozo! Algo que ya están empezando a descontar los más avezados. De hecho, el FMI revisó a la baja las previsiones de crecimiento de la región. Desde que estallara el conflicto, ninguna gran área mundial ha vivido un parón económico tan acusado, y la causa no es otra que la guerra comercial, no se engañen. Los dos protagonistas del cruce de aranceles crecerán mucho más que Europa, tal y como también augura el FMI. Y, encima, para más inri, derivan la guerra arancelaria a las divisas. China va y devalúa su moneda. Pues, ¡lo que le faltaba al euro! Las exportaciones europeas hacia China se encarecerán y las chinas hacia la Eurozona se abaratarán.

Y para arreglar el desaguisado en su país, «Mister tuit» lanza un nuevo mensaje a la Fed a la que «exige» bajar los tipos más y con mayor rapidez, tras soltar una de sus chulerías: «Nuestro problema no es China, es la Reserva Federal». No tenemos el enemigo en casa, pero como si lo estuviera, porque aquí el inquilino de La Moncloa tampoco rema a favor de corriente. Bueno, de la suya sí, y así nos irá.

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