Vivienda, más que un efecto rebote

La recuperación es efectiva, más allá del efecto rebote tras un derrumbamiento de los precios como el padecido

Vivienda sobre plano FOTOLIA
Fernando González Urbaneja

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El repunte de precios en el sector inmobiliario es un hecho indiscutible aunque vaya por barrios y por segmentos de mercado . La crisis económica duró seis años con depreciaciones de hasta el 50%, y la digestión de un exceso de oferta de casi un millón de viviendas y mucho suelo en espera no ha concluido. Pero van ya tres años, desde 2014, de recuperación de precios tanto de venta como de alquiler que llevan a recobrar, en algunos segmentos, las cotas de antes del derrumbe. Han surgido mercados nuevos como el de alquileres para turistas que han incidido en todos los precios en las zonas afectadas, con notables efectos sociales. Empieza a recobrarse el mercado de residentes extranjeros jubilados. Y se nota también recuperación de los inversores que buscan rentabilidad directa (por alquileres) y expectativas de plusvalías. Es evidente también que reaparecen grúas en nuevos solares o en promociones que no llegaron a despegar, pero queda oferta por digerir.

La población residente ha vuelto a crecer desde principios de 2016, con saldos migratorios positivos que significan nueva demanda de hogares tras varios años de retroceso. Además los bancos han abierto la espita de nueva financiación hipotecaria a precios atractivos que durarán tanto como el Banco Central Europeo (BCE) mantenga la oferta de liquidez para cebar la recuperación. Es prematuro advertir de una nueva burbuja aunque algunos segmentos del mercado apuntan en ese sentido. Pero sí conviene señalar que subidas de tipos a medio plazo (dos años) pueden afectar a la capacidad de pago de una parte de las hipotecas vigentes con consecuencias imprevisibles para el sector y para la solvencia de las entidades financieras.

Un dato nuevo es que el sector se ha profesionalizado y que el efecto de las lecciones de las crisis suelen durar una generación , lo cual otorga cierto margen de resistencia antes de volver a la exuberancia. La recuperación es efectiva, más allá del efecto rebote tras un derrumbamiento como el padecido. El pronóstico de medio millón de transacciones inmobiliarias el año 2018 significa que vuelve la normalidad, incluso la euforia en algunos ámbitos, pero queda mucho activo por recuperar y digerir. Allegro… ma non tropo.

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