De Prada, oportunamente apartado

El pleno de la Audiencia Nacional ha decidido apartar al magistrado José Ricardo de Prada del tribunal que ha de juzgar el caso de la presunta caja B del Partido Popular, al considerar, por mayoría de 8 a 7, que ha perdido la apariencia de imparcialidad necesaria para juzgar estos hechos. Si tenemos en cuenta los antecedentes, la decisión parece más que oportuna, justa y cabal, pues De Prada ya entró a valorar esos hechos en la sentencia sobre la primera época de la trama Gurtel, donde además fue el autor de los párrafos en los que se daba por hecho la contabilidad alternativa del PP, sin que viniera al caso, pues solo se trataba colateralmente el asunto en aquel proceso. Su empeño motivó el voto particular de uno de los otros dos magistrados, que incluso rechazó ser ponente de la sentencia en esos términos. A esos párrafos de De Prada se aferró precisamente la entonces oposición para justificar la moción de censura a Mariano Rajoy que terminaría por sacar al PP del poder llevando a Pedro Sánchez a La Moncloa. Al margen del proceso concreto, las presuntas afinidades de este magistrado con el PSOE no son para nadie desconocidas pues incluso fue incluido por los socialistas en el turno de juristas en la fallida renovación del Consejo General del Poder Judicial el pasado otoño. El magistrado llegó incluso a someterse a la preceptiva comparecencia ante el Congreso de los Diputados. Y aunque sea evidente que De Prada se autocontaminó para juzgar la causa de la presunta caja B una vez que participó en una sentencia que la daba por hecha, los lamentos dentro de la izquierda fueron ayer notables por perder a De Prada en el tribunal. Poco más que una condena podía aportar en el juicio quien, por su cuenta y riesgo, ya condenó al PP hace año y medio. Así que es mejor que el tribunal lo forme quien mantenga incólume la apariencia de imparcialidad.