El Rey, para buenos entendedores

Lástima que la concesión de indultos ya no sea potestad del Monarca

Ramón Pérez-Maura

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Las palabras del Rey en su discurso al recibir el premio de la Asociación Mundial de Juristas no han podido resultar equívocas para nadie: «No tiene sentido, no es admisible, apelar a una supuesta democracia por encima del Derecho». Cuando el presidente Sánchez habla en su recién publicado libro de su sintonía perfecta con el Rey, cuando recuerda cómo «enseguida nos reconocimos mutuamente como las personas que íbamos a sacar al país del riesgo de bloqueo» no puedo menos que preguntarme en qué momento se perdió esta posición de Felipe VI, tantas veces reiterada desde el 3 de octubre de 2017. El Rey está dando la cara frente a los secesionistas sin la ayuda de un Gobierno que llegó al poder con el respaldo de los que quieren destruir el país. Y Sánchez pretende aducir ahora que ha convocado elecciones por no ceder ante ellos. Mas la realidad es que cedió más que nadie y llegó a un punto en que el deshonor estaba a punto de convertirse en traición.

Aquel 3 de octubre el Rey se manifestó para amparar a muchos españoles –entre los que había muchísimos catalanes– que creían que su Gobierno no había hecho lo suficiente por ellos. Hoy, en Madrid, en términos inequívocos, el Rey ha dejado claro el peso que debe tener la ley. Y –pienso yo– lo que debe ocurrir a quienes la violan. Lástima que la concesión de indultos ya no sea potestad del Monarca.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación