Del esperpento
Sánchez nos condujo de vuelta a los espejos cóncavos del callejón del Gato
Qué pena que un talento para la sátira como el del divino Valle-Inclán ya no habite entre nosotros. Qué lástima que la crónica política esté hoy en manos de gacetilleros que no llegamos a la suela del zapato al creador del esperpento, genio literario ...
Artículo solo para suscriptores
Si ya estás suscrito, inicia sesión
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete