Dobles miserias
Su pringoso arrepentimiento en comisión parlamentaria es aún más vomitivo, mucho más, que sus errores
Todo es irreparable. Sobre ello se asienta el envite moral de un hombre. Y su grandeza. Y su miseria. Porque no es fácil decir en qué recodos de nuestras vidas nos equivocamos. Y porque lo es aún menos constatar que no hay error moral que ...
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