Jaime Moreno

El coche autónomo, una gran oportunidad para España

El pleno desarrollo de la tecnología de conducción autónoma y su implantación necesitan de una regulación adecuada

Jaime Moreno
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Los avances en materia de tecnología de asistencia a la conducción son un gran vector de mejora en la seguridad vial, y serán seguramente la pieza clave que falta para materializar el anhelado objetivo de evitar que todos los años mueran más de 1.500 personas en nuestras carreteras.

El pleno desarrollo de la tecnología de conducción autónoma y su implantación necesitan de una regulación adecuada. En este sentido, España fue uno de los primeros países en aprobar un marco estable para la realización de pruebas de conducción autónoma, dando una respuesta ágil y eficaz que ha permitido que se hayan realizado en nuestro país diversos ensayos. Estos han contribuído, por un lado, al avance hacia la comercialización ordinaria de los vehículos con conducción automatizada y, por otro, a apuntalar y abrir nuevas posibilidades para el estratégico sector de la automoción.

Teniendo en cuenta la cercanía de las fechas que los fabricantes van avanzando sobre el lanzamiento comercial de este tipo de vehículos, se debe trabajar sin prisa pero sin pausa en plantear los ajustes normativos necesarios.

La primera reflexión es que, pese a lo que a priori se pudiera pensar, el marco normativo vigente actualmente en España no supone un freno para la conducción autónoma, por lo que no serán necesarios profundos cambios legislativos, sino tan solo ajustes menores, reformulando y reorientando determinados aspectos.

En línea con lo anterior, se debe tener presente que la regulación y los avances tecnológicos no son siempre buenos compañeros, siendo en ocasiones difícil acompasar sus tiempos. Para evitarlo, en el ámbito de la conducción autónoma nos debemos dotar de un marco lo suficientemente ágil y abierto, que garantice la seguridad necesaria y evite futuros frenos formales a las mejoras que, de manera continua, se producirán en los algoritmos y sistemas.

En definitiva, nos encontramos en España ante una excelente oportunidad de promover y liderar la regulación de los vehículos de conducción autónoma, y conseguir con ello avanzar en el objetivo que nos mueve, que no es otro que evitar la pérdida de vidas en la carretera.

*Jaime Moreno es subdirector de Movilidad de la DGT

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