Postales
Blanca vuelve a su montaña
Con su eterna sonrisa nos regaló optimismo y orgullo
No encajaba nada y, de repente, encaja todo. No encajaba que hubiera dicho a sus hermanos que se marchaba unos días de acampada, sin llevarse la minitienda, el saco de dormir ni la mochila. Que dejase el móvil en casa. Que comprase sólo un poco ...
Artículo solo para suscriptores
Si ya estás suscrito, inicia sesión
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete