El oso polar, junto a su madre, durante uno de los momentos previos a la retirada del bote por parte de los guardas de la isla de Wrangel
El oso polar, junto a su madre, durante uno de los momentos previos a la retirada del bote por parte de los guardas de la isla de Wrangel - Dvorjchenko Vitaliy | THE SIBERIAN TIMES

Final feliz para la cría de oso polar que llevaba dos semanas con una lata incrustada en su lengua

Los guardas de Wrangel, una remota isla del Ártico, han retirado el bote de leche condensada que el animal encontró y decidió lamer, con tan mala pata para él

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La acción del hombre se deja notar también en una de las islas árticas más remotas del planeta: Wrangel, considerada hasta ahora como uno de los lugares más prístinos del planeta; localizada entre el mar de Chukchi y el mar de Siberia Oriental.

Un equipo de guardas ha tenido que intervenir recientemente cuando ha observado que una cría de oso polar llevaba dos semanas con una lata de leche condensada inscrustada en su boca. No es que el animal quisiera transportar el residuo para depositarlo en el contenedor adecuado. Simplemente, la encontró en su hábitat y decidió lamer el líquido que aún albergaba ésta en su interior, con tan mala suerte que su lengua quedó atascada en la misma, informa The Siberian Times.

Los rangers dispararon tranquilizantes a la madre y a la cría para retirar la lata que permanecía adherida a la boca del pequeño. Al parecer, la tapa del bote de leche condensada no había sido despegada por completo y sus bordes afilados se habían clavado en los de la lengua del oso polar.

Después de esta atípica intervención, los técnicos observaron cómo la pareja se encontraba en perfecto estado y continuaba su camino por la isla en busca de comida y refugio.

«Los trabajadores de Wrangel usamos barriles como contenedores. En ellos recolectamos todos los residuos que generamos y retiramos del medio. Es posible que el jovem oso haya dado con uno de estos barriles antes de que fueran recogidos para su correcto tratamiento. Pero, por fortuna, el daño que le ha podido ocasionar su incursión en nuestra basura no será duradero», ha declarado al periódico Ilya Petukhov, inspector de Medio Ambiente.

Ver los comentarios