Hespérides
Hespérides - CSIC

Explorar la influencia del plancton marino para entender cómo se forman las nubes

El proyecto Pegaso estudiará regiones marinas en el Atlántico y en la Antártida para tratar de favorecer las proyecciones de clima y de cambio climático

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El buque oceanográfico Hespérides llevará a la Antártida a una treintena de investigadores de Pegaso, un novedoso proyecto liderado por el Instituto de Ciencias del Mar del CSIC y financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad y el Programa Marie Curie de la Unión Europea.

Pegaso tiene por objetivo estudiar cómo las emisiones de gases y partículas por el plancton marino regulan la formación y características de las nubes sobre el océano. «Para que una nube se forme, no basta con que el aire esté saturado en vapor de agua, son necesarias partículas microscópicas para que el vapor condense sobre ellas en forma de gotas», explica Rafel Simó, oceanógrafo del ICM y coordinador del proyecto. «La presencia de partículas en el aire es un requisito fundamental para que una nube se forme».

Estudiar las nubes es importante porque reflejan la energía que nos llega del sol en forma de luz y constituyen el principal mecanismo refrigerante del planeta. Manuel Dall’Osto, científico responsable de las mediciones atmosféricas a bordo del Hespérides, explica: «Sin nubes tendríamos una Tierra mucho más cálida; sin embargo, no entendemos suficientemente bien cómo se forman y se destruyen, y eso nos está limitando mucho en las proyecciones de clima y de cambio climático. El secreto está en entender el nacimiento de las partículas para comprender cómo nacen las nubes».

En el océano, lejos de los continentes y de la actividad humana, la vida marina es la fuente principal de partículas para las nubes. En las dos últimas décadas se han hallado huellas químicas del plancton en las nubes estratiformes marinas (las que suelen encontrarse a una altitud entre 500 y 1500 metros), pero todavía hay controversia sobre hasta qué punto el plancton permite que estas nubes se formen y sean opacas a la radiación solar. «Con nuestra campaña queremos saber», añade Dall’Osto, «qué sinergia se establece entre la materia de origen biológico y las nubes, qué tipo de plancton favorece más la formación de nubes y en qué regiones del océano esta relación es más importante».

El proyecto Pegaso estudiará regiones marinas, en el Atlántico y en la Antártida, con diferente actividad biológica, diferente biodiversidad planctónica y con una atmósfera muy limpia. Desde el Hespérides, se analizarán de forma paralela muestras de agua y aire, a fin de poder establecer la conexión entre ambas.

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