Ruta con el Audi Q3 Advanced 35 TDI quattro por Comporta: El arenal más exclusivo de Portugal

La importante carga tecnológica que incorpora hace que los más de 600 kilómetros de recorrido se hagan muy llevaderos

M. TRIGUEROS

Más de 12 kilómetros de largo por un kilómetro de ancho son las dimensiones de la península de Tróia en el Alentejo portugués. Un paraje protegido, en la desembocadura del río Sado, que se ha convertido en destino de moda del turismo internacional . Partiendo desde Comporta, que es la población que se ha hecho con la capitalidad extraoficial de la zona, se puede ir un montón de rincones y de playas increíbles, como Carvahal, Pego, Melides o la Marina de de Troia, frente a Setubal.

Al ser un parque natural, la carretera que discurre por su interior es estrecha, flanqueada por arena que, en algunos tramos, pueden entrar en la calzada. El nuevo Audi Q3 , que es la segunda generación de este modelo, se convierte en el aliado perfecto para moverse en busca de la mejor zona de playa o en la búsqueda de rincones singulares como el puerto palifítico en Carrasqueira.

Probamos el modelo Advanced 35 TDI quattro con motor diesel de 150 CV (la gama está compuesta por tres motores de gasolina de 150, 190 y 230 CV; y dos diesel, de 150 y 190 CV) y cambio automático de siete relaciones. Destaca su habitáculo interior, espacioso, y un maletero con buena capacidad (530 litros con las dos filas de asientos) para unas vacaciones en familia.

Durante el trayecto desde Madrid hacia la península de Troia, circulando por autovías y autopistas el Q3 muestra sus estupendas características de crucero. La importante carga tecnológica que incorpora hace que los más de 600 kilómetros de recorrido se hagan muy llevaderos. Destaca el programador de velocidad activo, el sistema de asistencia en tráfico congestionado, la alerta por cambio involuntario de carril, el asistente de tráfico trasero cruzado (emite una señal acústica y visual e incluso detiene el coche si, al dar marcha atrás desde una plaza de aparcamiento, detecta que se acerca un vehículo por la vía), el sistema de aparcamiento semiautomático y el frenado automático de emergencia con detección de peatones y ciclistas en la carretera (que en primer lugar avisa al conductor de su presencia y puede intervenir sobre los frenos si fuera necesario). También hay cuatro cámaras exteriores; el conductor puede elegir entre varias vistas.

El salpicadero de este SUV de Audi está presidido por una pantalla táctil de 10,1 pulgadas desde la que se manejan las funciones del sistema multimedia, además de servir para visualizar y ajustar distintos parámetros del vehículo o las indicaciones del navegador.

El consumo de combustible es moderado siempre que hagas una conducción relajada, ayudándote del limitador de velocidad para mantener un ritmo bueno de crucero (en los más de 1.500 kilómetros de la prueba, nos dio una media 6,7 litros a los 100 km, algo que es de agradecer en un territorio como el portugués en el que el precio de los carburantes son especialmente elevados.

El Drive Select permite elegir entre seis modos de conducción (auto, comfort, dynamic, offroad, efficiency e individual) con los que poder afrontar situaciones complicadas en algún momento, como cuando decides salir del asfalto y si te metes en zonas con arena, terreno sobre el que para otro vehículo puede quedar atrapado en una trampa mortal.

Si viajas la península de Tróia hay rincones que no puedes dejar de visitar . Lo primero de todo, Comporta, situado entre campos de arroz. En su interior encontrarás tiendas de decoración y de ropa con modelos exclusivos –los precios son directamente proporcionales a esa exclusividad y están reservados a carteras muy solventes-, además de restaurantes con mucho encanto.

Desde Comporta es obligado visitar al puerto palafítico de Carrasqueira. Una construcción singular que parece salida de una película ambientada en Asia y que está situada en la cuenca del río Sado. Las puestas de sol desde ese lugar son mágicas.

A 12 kilómetros de Comporta esta Carvahal, localidad muy similar y que tiene dos playas, la de su mismo nombre y la de Pego. Y treinta kilómetros más abajo está Melides, con el lago que lleva su nombre, que es una pequeña albufera pegada a la playa.

Todas las playas con acceso directo en esta zona del Alentejo tienen en común, además de una arena fina y un agua que corta la respiración (Atlático abierto), unos chiringuitos que parecen salidos de las playas de California en donde se puede comer o disfrutar de una copa mientras se pone el sol en el horizonte y te arrulla el sonido chill-out del disk-jockey que pincha a partir de las seis de la tarde.

Si te cansas de ver arrozales y lo que buscas es un ambiente un poco más urbano, a muy poca distancia tienes poblaciones importantes como Setubal (tercera ciudad de Portugal) situada frente a La Marina de Tróia (en la punta de la península) donde se puede cruzar en catamarán en menos de veinte minutos. Y Lisboa, que está a poco más de una hora por autopista.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación