Las recomendaciones que debes seguir para que conducir en otoño sea más seguro

En el período otoñal las horas de luz cada vez son menos y la aparición de importantes fenómenos metereológicos adversos es constante

El otoño es un periodo del año de transición climática ABC

ABC MOTOR

Es oficial. El otoño ha llegado y con él, el cambio de estación, por lo que los ciudadanos deben adaptarse a nuevas situaciones que pueden comprometer nuestra seguridad . En verano los días son largos y soleados, mientras que en otoño las horas de luz cada vez son menos y la aparición de importantes fenómenos metereológicos adversos es constante. Fenómenos como la lluvia, la niebla o incluso el hielo nos pueden sorprender en la carretera al estar poco habituados a ellos.

Además de las medidas que debemos seguir durante todo el año (mantener la distancia de seguridad , respetar los límites de velocidad y usar el cinturón, entre muchas otras) en esta estación del año debemos tener en cuenta que las noches se alargan por lo que los riesgos de accidente aumentan .

Por lo tanto, debemos adaptar nuestra conducción y tomar una serie de recomendaciones para que conducir en otoño sea más seguro. Y para ello, la Dirección General de Tráfico siempre pone a disposición de los ciudadanos una serie de consejos .

Antes del viaje

Ante de viajar, es necesario poner el vehículo a punto . Revisar que su estado mecánico sea el adecuado y, especialmente, comprobar los frenos y los neumáticos (las ranuras deben tener un mínimo de 1,6 mm) para asegurar una buena adherencia a la carretera y evitar el deslizamiento. Asimismo, hay que comprobar el estado de las escobillas y su correcto funcionamiento ya que durante el verano y, debido a las altas temperaturas, han podido quedar en mal estado. Y, por último, que el alumbrado del vehículo, los faros antiniebla y sus reglajes estén en orden.

También es importante informarse de la posibilidad de que se produzcan condiciones meteorológicas adversas en carretera ya que si las condiciones meteorológicas no son favorables, es aconsejable retrasar en lo posible la salida hasta que desaparezcan.

Durante el viaje

Si durante el viaje por carretera en este periodo otoñal apareciesen condiciones meteorológicas desfavorables es necesario tener en cuenta que conducir en esta situación aumenta la tensión nerviosa y la fatiga visual conllevando por tanto una disminución de la atención y siendo causa de riesgo de accidente.

En los trayectos largos, es mejor parar en un área de descanso y esperar a que las condiciones mejoren. No obstante, en caso de continuar y con niebla, hay que encender las luces de cruce y alumbrado antiniebla; y con lluvia, las luces de cruce para ser mejor vistos.

También hay que comprobar periódicamente la eficacia de los frenos, tocándolos suavemente para secar la humedad de las pastillas, siendo totalmente desaconsejable frenar bruscamente para evitar el acquaplanning . Además, hay que tener presente que la distancia de frenado es mayor con lluvia, por lo que aumentar la Distancia de Seguridad con el vehículo delantero es necesaria.

Conducción nocturna

Los riesgos de la conducción nocturna entraña peligros asociados a la pérdida de agudeza visual y la disminución del campo visual. Aunque de noche se estima que el tráfico disminuye un 60%, el 4 2% de los accidentes mortales suceden a esas horas ya que, en la oscuridad, no apreciamos ni velocidad ni movimiento. Es más, ésta puede ocultar peligros visibles con luz diurna. Por ejemplo, los objetos oscuros no se ven sobre fondo oscuro.

Todo ello implica un tiempo superior para identificar objetos e interpretar correctamente la señalización vial vertical, horizontal y de balizamiento. Por lo tanto, es necesario disminuir la velocidad hasta un 20% respecto a la velocidad permitida, pues al circular con luz de cruce la zona iluminada por los faros puede ser muy inferior a la distancia de parada.

Pero es que, además, corremos riesgo de sufrir aparición prematura de monotonía, fatiga y cansancio, especialmente entre las cuatro y las seis de la mañana, cuando baja el nivel de alerta. Así que es importante detenerse cada dos horas o, siempre que se observe fatiga o somnolencia, hacer ejercicios respiratorios o andar para recuperar la capacidad necesaria para conducir.

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