Los posos del café, biocombustible para los autobuses de Londres

Dos millones y medio de tazas dan para un año de circulación por vehículo

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Londres es una de las ciudades más contaminadas del planeta y, a pesar de los esfuerzos para corregir este problema son complejos, parece que se ha encontrado una solución realmente alentadora. Gracias a la colaboración entre Bio-Bean, Shell y Argent Energy, los populares autobuses londinenses que circulan por la ciudad a diario tendrán una nueva fuente de combustible: los posos del café .

Este carburante ha sido desarrollado durante cuatro años por Bio-Bean, una empresa emergente británica especializada en el medio ambiente , con el apoyo financiero y técnico del grupo petrolero anglo-holandés Shell. Está formado en un 80% por diésel y en un 20% por biocarburantes y un líquido extraído del reciclaje de los posos del café.

De momento, según informa la CNN, la compañía ha producido 6.000 litros de aceite de café para el proyecto piloto que se está llevando a cabo con el permiso de las autoridades de transporte de Londres. Con esa cantidad de litros, un autobús puede estar un año desplazándose sin necesidad de utilizar otro tipo de combustible , según la startup. La compañía recolecta los granos de café de fábricas, restaurantes y cafeterías y los reaprovecha. Y es que solo en la capital británica se producen 200.000 toneladas de posos de café cada año y sus habitantes beben una media de 2,3 tazas diarias.

De momento la compañía ha producido 6.000 litros de aceite de café para el proyecto piloto

Después, los granos se secan para extraer el aceite de café y la compañía Argent Energy, el más importante productor de biocarburante del Reino Unido, se encarga a continuación de mezclar el aceite procedente de los posos de café con otros carburantes de origen animal o vegetal para conseguir el biocombustible final.

«El biodiésel se obtiene siempre a partir de materias primas que contengan grasas y aceites y aunque en sus inicios se empezaron a usar aceites alimentarios (colza, girasol, soja...) para su elaboración, posteriormente se optó por otros de segunda generación (obtenidos de residuos) para no competir con la industria alimentaria, como los aceites usados o los residuos del café», explica Fernando Bautista , profesor titular de Ingeniería Química de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid .

Y no parece ir nada mal ya que 9.500 autobuses de Londres se están moviendo gracias (en parte) al combustible producido a partir de estos posos de café . «En lugar de tirar los posos de café al vertedero, donde se degrada y suelta metano y CO2, lo recolectamos, lo reciclamos y lo transformamos en carburante limpio», explica a la AFP, Arthur Kay , fundador de la empresa Bio-Bean.

Esta empresa considera que su producto permite reducir las emisiones de carbono de los autobuses entre un 10 y un 15% sin cambiar el motor ni utilizar más carburante. Pero, además, este biocombustible también puede ser utilizado en taxis, autocares y camiones .

Pero la idea no debe quedarse ahí. Bio-Bean desea seguir desarrollándose en Europa, como en Francia, donde se consumen 38.000 millones de tazas de café cada año. «No decimos que esto vaya a sustituir totalmente a la energía fósil de un día para el otro», admite Kay, que espera que un «emprendedor haga algo bueno a partir de los residuos de la cerveza o del té».

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