Los nueve coches en los que se forjó la historia moderna de España

«El automóvil en la historia de España» repasa 130 años de automoción en nuestro país

Unai Mezcua

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Coches con historia hay muchos. Coches que merezcan ocupar una página en la Historia de una nación, muy pocos. Ramón Roca Maseda, patrono de la fundación del RACE, recoge todos ellos en su último libro, «El automóvil en la historia de España», un repaso histórico, sociológico y técnico de 130 años de historia de la automoción y su impacto en nuestro país.

El nacimiento del automóvil y de Alfonso XIII, en 1886, y el atentado fallido contra José María Aznar, en 1995, abren y cierra una obra en la que ocupan un lugar destacado empresas como Pegaso e Hispano Suiza, modelos como el Duesenberg J en el que Alfonso XIII abandonó definitivamente Madrid rumbo a su exilio, o vehículos como el Seat 1400, el coche que tímidamente comenzó a motorizar España. Automóviles, como el Morris Príncipe de Asturias, que a veces no recuerdan ni las marcas que los fabricaron, y que llevaron a príncipes, reyes, presidentes de la República y del Gobierno o dictadores. En ellos viajaron y descansaron, fueron aclamados, abucheados, tiroteados y algunos, incluso murieron.

«Algunos de estos coches cambiaron la historia», explica Roca Maseda, que atesora en su casa más de 15.000 revistas de motor y 12.000 catálogos, y que selecciona para ABC los vehículos con más importancia en el devenir de nuestro país. Maseda, médico de profesión y enamorado del mundo del motor, pretende cubrir el páramo que hasta ahora era la literatura dedicada a los automóviles en castellano. «Publicar es muy difícil. Solo se puede hacer si te apoya alguna entidad, como el RACE. Las tiradas son mínimas y, por ello, los precios son muy altos y la demanda, escasa».

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El coche en que iba el Sr. Dato, en el cual se ven perfectamente las señales de los balazos Vidal

Marmon 34 - El primer presidente español asesinado en un automóvil

Eduardo Dato, presidente del Consejo de Ministros desde 1920 y creador del embrión de la seguridad social, viajaba a bordo de este coche, fabricado en Indianápolis (Estados Unidos), cuando fue tiroteado. Era el 8 de marzo de 1921 y Dato se convertía en el primer jefe de Gobierno español en morir asesinado en un automóvil.

Los anarquistas Pedro Mateu, Juan Casanellas y Luis Nicolau, a bordo de una motocicleta Indian con sidecar, se pusieron a su altura en la Plaza de la Independencia de Madrid, dispararon y huyeron. Los agujeros aún pueden verse en la carrocería del coche, expuesto en el museo del Ejército de Toledo.

Presentado en 1916 con el eslogan «Un coche ligero científicamente construido», el Marmon era, según Roca Maseda, «un coche revolucionario», gracias a su motor de 6 cilindros en línea que rendía 74 CV y conseguía propulsar al vehículo hasta unos meritorios 120 km/h.

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Alfonso XIII, con el Hispano Suiza homónimo en una subida al puerto de Sierra Nevada

Hispano Suiza Alfonso XIII - Un coche para un Rey, y un Rey para un coche

«Nunca antes un coche se había llamado como un Rey, y no sé quién ganó más con ello, si Alfonso XIII o la marca», explica Roca Maseda. La automovilística barcelonesa decidió llamar así a su modelo insignia en reconocimiento al apoyo que el Monarca les había brindado desde su fundación, en 1904. El también llamado 15-45HP, considerado uno de los primeros deportivos de la historia, tuvo un papel importante a la hora de que el automóvil calara en una sociedad donde todavía estaba mal visto. «La prensa se llevaba las manos a la cabeza porque un Rey se moviera en algo tan ruidoso», cuenta.

El Monarca llegó a poseer 19 modelos de Hispano-Suiza e incluso entró a título personal en el capital de la empresa. «Hoy no habría un lugar en el mercado para una marca así. Su producción era demasiado restringida: apenas fabricó 10.000 coches».

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Alfonso XIII, de pie junto a su Duesenberg J

Duesenberg J - El coche en el que se exilió Alfonso XIII

Fue el vehículo en el que Alfonso XIII abandonó Madrid rumbo a su exilio tras la proclamación de la II República. «Que tuviera un Duesenberg J prueba que Alfonso XIII tenía un criterio altísimo en cuanto a coches», asegura Roca Maseda.

Con su motor de 256 CV y una infinidad de indicadores que mostraban desde el combustible hasta la temperatura del agua, la presión del aceite -y la necesidad de cambiarlo cada 700 millas- y el estado de la batería, era el mejor coche de su época. También uno de los más caros: su chasis costaba 375.000 francos franceses de 1930, frente a los 344.283 que costaba un Rolls-Royce Phantom II.

El propio Monarca lo condujo hasta Cartagena, donde tomó un barco que le alejaría para siempre de la Península. Años más tarde, en París, reconoció a un agente de la marca que su buen desempeño aquella noche del 14 de abril de 1931 le salvó la vida, al permitirle huir de una turba que celebraba el cambio de Régimen en Murcia.

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El Mercedes 770, camino al Parlamento con Azaña dentro

Mercedes 770 - De la República... y de Hitler

Lo utilizaron tres presidentes de la República: Niceto Alcalá Zamora, Diego Martínez Barrio y Manuel Azaña, y los dos últimos lo usaron para huir hasta la frontera con Francia poco antes de la derrota de la República, el 5 de febrero de 1939. Anteriormente, Azaña lo utilizó en varias ocasiones para recorrer el frente en Castilla, Valencia y Cataluña.

Encargado en 1935, durante el Salón del Automóvil de Barcelona, era idéntico a los que por entonces utilizaban Adolf Hitler, Hiro Hito, el Sha de Persia, el presidente portugués Oliveira Salazar o el presidente mexicano Cárdenas. Tenía un motor de 8 cilindros en línea y desarrollaba 200 CV. Era capaz de alcanzar los 180 km por hora.

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Hispano Suiza T 60 R

El 13 de julio de 1936, un grupo de civiles, guardias de Asalto y Guardias Civiles detuvieron ilegalmente al líder de Acción Española José Calvo Sotelo, le introdujeron en una Hispano Suiza T 60 R y le ejecutaron. Cinco días después estallaba la Guerra Civil. «Para mí, comenzó en esa camioneta», dice Roca Maseda.

La Hispano Suiza T60 R, que también podía servir como autobús, era una camioneta sencilla y resistente fabricada en Barcelona. El modelo en el que fue asesinado Calvo Sotelo, etiquetado con el número 17 por la Guardia de Asalto, estaba propulsada por un motor de 6 cilindros que rendía 56 CV, pudiendo llevar hasta 3.000 kg de carga o 30 pasajeros.

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Proclamación de Juan Carlos I

Rolls-Royce Phantom IV - Solo para jefes de Estado

Nació fruto de un encargo personal de Felipe de Edimburgo a Rolls-Royce, y estaba destinado únicamente a monarcas y jefes de Estado. Por ello, y en señal de respeto, el Espíritu del Éxtasis, símbolo de la marca británica, luce genuflexado sobre la gran parrilla delantera.

«Iba camino de ser un fiasco: solamente había uno encargado, el de Felipe de Edimburgo, hasta que Franco compró tres en 1948», explica Roca Maseda. «Eso salvó al modelo». Finalmente, se fabricaron 18, la mayoría en poder de la Casa Real británica y de monarquías árabes. Los tres españoles siguen en activo, y son utilizados en ocasiones de Estado, como la boda de los Príncipes en 2004 o la proclamación de Felipe VI, en 2014.

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Seat 1400 - El primero de la familia Seat

Aunque el mérito de motorizar España lo ostenta el Seat 600, su éxito no habría sido posible sin el Seat 1400. Producido bajo licencia Fiat, era prácticamente idéntico al Fiat 1400/1900. Su producción permitió sentar las bases de la industria nacional de automoción, que se desarrollaría rápidamente gracias a las restricciones a la importación fruto de la política autárquica del franquismo. «Este coche comenzó la motorización española, aunque solo estaba al alcance de las clases muy altas. Era de superlujo», cuenta Roca Maseda. El motor era un 4 cilindros en línea de 1.395 cc refrigerado por agua, el cual desarrollaba 44 CV, lo que le permitía alcanzar los 120 km/h.

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Dodge 3700 GT - Ataúd de un presidente

«Fue el coche en el murieron Luis Carrero Blanco y Fernando Herrero Tejedor, el único ministro en activo muerto en accidente de tráfico», explica el autor. Mucho más recordado es el asesinato del primero, presidente del Gobierno, el 20 de diciembre de 1973. Su Dodge 3700 GT fabricado en Villaverde saltó por los aires, destruido por 150 kilogramos de goma-2 colocados por el comando Txikia de ETA.

Los 3700 fueron los primeros vehículos producidos en España con servodirección. Eran propulsados por un motor de 165 CV, y su precio rondaba las 329.000 pesetas de 1970. El de Carrero, pese a que no estaba blindado, logró resistir de una pieza una explosión que lo elevó 35 metros.

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Audi V8 4.2 - Capaz de resistir una bomba

El 19 de abril de 1995 un Fiat Tipo cargado con 40 kilos de explosivos estallaba al paso del coche que transportaba al entonces jefe de la oposición y posteriormente presidente del Gobierno, José María Aznar. «Ese coche cambió la historia de España», cree Roca Maseda.

Gracias a su blindaje, Aznar apenas sufrió heridas superficiales, evitando que ETA se cobrase una nueva víctima. Equipaba un potente motor de 280 CV modificado para impulsar los más de 2.000 kilos que pesaba el blindaje. El habitáculo estaba reforzado en kevlar, acero y policarbonato, los bajos, protegidos con una manta antibombas y los cristales, de 15 mm, formados por varias láminas fundidas superpuestas.

Alfonso Bolín
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