Los neumáticos antipinchazo piden paso

Cada vez es más frecuentes que los fabricantes de automóviles se decanten por no incluir en la versión de serie de sus diferentes modelos una rueda de repuesto, sin embargo, una alternativa más rápida y cómoda que intentar arreglar un reventón en medio de la carretera ha ganado peso en los últimos tiempos en el mercado. Se trata de los neumáticos antipinchazos o runflat.

La particularidad de estos neumáticos es que son capaces de recorrer grandes distancias (entre 50 y 250 kilómetros) a una velocidad más que aceptable (hasta 80 km/h) sin deformarse, lo que a más de uno le puede evitar un mal rato.

A diferencia de los neumáticos convencionales, según explica eurotaller.com, los runflat tienen un refuerzo especial en los hombros y flancos, lo que evita desllantar cuando se produce el reventón.

De esta forma se reduce la posibilidad de accidentes o salidas de la vía.

El principal inconveniente de estas gomas es que, según los responsables de Bridgeston, «para montar un neumático RFT no es necesario un cambio de llanta o una llanta especial. El requisito correcto es que el vehículo equipe de origen estos neumáticos RFT».

Sin embargo presenta otras muchas ventajas, como que propician un ahorro en el consumo de combustible al no obligar a contar con una rueda de repuesto.