Cómo se hace correctamente el rodaje a un coche nuevo

Cómo conduzcamos el vehículo en los primeros 1.500 kilómetros puede afectar a su rendimiento en el resto de su vida útil

ABC MOTOR

Todo parece muy sencillo cuando decidimos dar el paso de adquirir un coche nuevo , pero esta acción conlleva muchas responsabilidades. Algunas de ellas implican contratar el seguro apropiado, realizar las revisiones anuales, además de cuidar su pintura y tapizados . Pero hay una que nadie tiene en cuenta, ni siquiera la mayor parte de los fabricantes lo consideran necesario por la gran evolución de los motores actuales. La operación de rodaje del coche nuevo será muy beneficiosa para su funcionamiento y alargará la vida útil del motor. Cómo conduzcamos el vehículo en los primeros 1.500 kilómetros puede afectar a su rendimiento en el resto de su vida útil .

El rodaje es un proceso de adaptación del coche. Con él se facilita el acoplamiento del motor y del resto de piezas a las exigencias de la conducción habitual. Así, los componentes sufren un desgaste controlado durante este periodo que permite eliminar pequeñas imperfecciones del proceso de fabricación. Así nos lo cuentan desde Cosas de coches y nos detallan algunas pautas que debes seguir durante el rodaje.

El periodo estimado de este proceso de adaptación se mide en los kilómetros recorridos por el coche. Como norma general, debe practicarse hasta que se completen los primeros 3.000 kilómetros. Se deberá conducir el coche de forma progresiva, optando por revoluciones bajas y moderadas , nunca muy bajas, ya que lo que se busca es que el motor trabaje.

No es conveniente hacer aceleraciones bruscas ni en vacío . Opta por realizar trayectos urbanos con tráfico fluido o recorridos de carretera con curvas y pequeñas pendientes. Tampoco cargues en exceso el vehículo . La finalidad es lograr la mayor adaptación posible de las piezas a las condiciones habituales de conducción.

Es uno de los aspectos fundamentales del rodaje. Hay que dejar que el motor se caliente antes de iniciar la marcha . Es un consejo muy útil no sólo cuando el coche es nuevo, sino también durante el resto de su vida útil. Asimismo, es importante que todo el coche tome la temperatura necesaria durante el rodaje. Esto se consigue evitando realizar trayectos cortos, donde no da tiempo a que el vehículos se caliente.

Por otro lado, una vez finalizado el recorrido, es recomendable mantener encendido el motor unos segundos, sobre todo si es turbo. Con esto se consigue que la turbina quede lubricada antes de apagarlo y evitar así averías futuras . Con 20 segundos al ralentí bastará.

Una vez alcanzados los 3.000 kilómetros, se puede continuar con el proceso de adaptación hasta los 6.000 kilómetros. En este período final aumenta progresivamente las revoluciones por encima de los límites de la fase anterior (2.500 rpm en diésel y 3.500 en gasolina).

También adapta la conducción a sus exigencias normales, los cambios de ritmo del tráfico serán la mejor situación para forzar el motor en su justa medida. De esta forma, se eliminarán por completo todas las impurezas de las piezas y se estabilizará el consumo de aceite o la temperatura. En esta fase ya puedes cargar más equipaje y enganchar un remolque, si es necesario.

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