poster Vídeo
BMW

La furgoneta 2CV cumple 65 años

Lanzada en Francia en 1951, llegó a España con la apertura de la fábrica de Citroën en Vigo, en el año 1958

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La estampa de la fotografía forma parte de la memoria de muchos españoles. En color naranja para repartir butano, el clásico gris o crema empleado en el coche de reparto de la tienda de ultramarinos, o con los rótulos de las empresas de la época. Era un coche «multiusos», que tanto se podía utilizar como vehículo de carga como para desplazarse con toda la familia a bordo. Y su historia comenzó hace nada más y nada menos que 65 años.

El primer Citroën 2 CV nació como un vehículo pensado para motorizar a los campesinos franceses y lograr que pasaran del carro o la mula al automóvil. Si la idea inicial surgió en 1935, habría que esperar a 1949 para verla convertida en un vehículo de serie que cumpliera el exigente pliego de condiciones: ser capaz de transportar un cesto de huevos por un campo sembrado sin que se rompiera ninguno, además de 50 Kg de mercancías.

Además, debía ser fácil de conducir por alguien sin experiencia al volante, tener bajos costes de mantenimiento y consumir, como máximo, 3 l/100Km. Por supuesto, pese a su vocación agrícola, debía equipar la joya de la corona de la marca: la tracción delantera.

imagen

En julio de 1949 comenzó la producción y el éxito de este modelo superó ampliamente las expectativas: tras los primeros meses en el mercado, el plazo de espera llegó a tres años. El público supo ver inmediatamente que el 2 CV era el coche idóneo para necesidades muy distintas. Se desenvolvía muy bien en ciudad, circulaba con soltura por caminos sin asfaltar, era espacioso para su tamaño y resultaba mucho más económico de utilizar y mantener que otros modelos en el mismo nivel de precios.

imagen

La historia del Citroën 2CV se inició muy pronto en nuestro país, 1959, con el comienzo de su producción en la misma fábrica de Vigo donde hoy se producen los modernos Citroën y Peugeot del Grupo PSA y donde se llegaron a producir 280.500 unidades hasta el año en que cesó su producción en 1988. Y pronto pasó a ser otro de los iconos de libertad de la época porque se desenvolvía muy bien en cualquier terreno. Servía tanto para ir elegantemente a una fiesta como para transportar algún ternerillo a la feria del pueblo de al lado.

El Citroën 2CV con sus 425 cc y 18 caballos iniciales, con su tracción delantera, sus cuatro velocidades en la caja de cambios y las suspensiones independientes a las cuatro ruedas aguantaba carros y carretas cargado hasta arriba y todo aquel que se preciase sabía los repuestos que debía llevar para cambiarle las bujías o la correa del ventilador en cuanto se diese un calentón y rompiese.

imagen

El 2CV era, como lo fue el 600 el coche para el pueblo. Con estas cualidades, era cuestión de tiempo que Citroën desarrollara una versión pensada para el transporte de herramientas y mercancías: el 2 CV AU, la primera versión del 2 CV Furgoneta, que se comercializó en Francia en 1951.

Con esta nueva versión, el 2 CV ganaba en capacidad de carga hasta alcanzar la media tonelada sin perder ninguna de las grandes ventajas de la versión turismo. Equipaba dos de sus grandes señas de identidad: el motor bicilíndrico refrigerado por aire, diseñado por Walter Becchia y su innovadora suspensión con muelles helicoidales con amortiguadores de fricción, que la convirtieron en un vehículo ideal para afrontar los baches y socavones de las carreteras de la posguerra.

imagen

El Citroën 2 CV Furgoneta tuvo un papel fundamental en el desarrollo de la industria de automoción en España. En 1958, abría sus puertas, en la Zona Franca de Vigo, la fábrica de Citroën Hispania. La marca, presente con vehículos importados desde 1924, apostaba por producir en España por la situación geográfica de la ciudad gallega y la posibilidad de conquistar un mercado emergente sin tener que pagar aranceles. El primer modelo que salió de las líneas de montaje fue, precisamente, el 2 CV, en su versión furgoneta. Pronto seguirían su estela los 2 CV turismo.

Las características de este modelo lo hicieron muy habitual en las carreteras de España. Durante décadas, pintado en gris, fue el vehículo más habitual de organismos tan esenciales como Correos y Telégrafos o la Compañía Telefónica Nacional de España, además de ser una herramienta de confianza para profesionales y empresas de todo tipo. Se anticipó a las necesidades del mercado abriendo un segmento totalmente nuevo.

imagen

Con el paso del tiempo, la gama del Citroën 2 CV Furgoneta se fue diversificando. Del modelo AU inicial se pasó al longevo AZU, con capacidades de carga que podían llegar a los 575 Kg. Nuevos motores y modificaciones técnicas auspician el lanzamiento de las versiones AK y AKS, con las que se superan los 600 Kg. En 1977, el 2 CV Furgoneta dejó de producirse. Le sustituyó un derivado del Citroën Dyane, el Acadiane, conocido en España como Dyane 400, que se produjo en Vigo hasta 1987. Este modelo, que compartía tecnología y motores con su antecesor, prolongó, en cierto modo, la leyenda del 2 CV Furgoneta hasta que le sucedió un modelo no menos mítico, el Citroën C-15. Pero esa es otra historia.

Ver los comentarios