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DÍA SIN COCHESEléctricos, híbridos y coches de hidrógeno: éstas son sus ventajas

No solo contaminan menos, sino que aparejan beneficios para la economía de sus usuarios

Madrid Actualizado: Guardar
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El progresivo incremento en las ventas de vehículos eléctricos e híbridos, a los que a largo plazo se sumarán los animados por hidrógeno (con pila de combustible que convierte ese elemento en electricidad) indica que cada vez son más los que reparan en sus beneficios. Y es que elementos críticos como sus baterías permiten cada vez mayor autonomía. A ello suman ventajas medioambientales y precios de adquisición poco a poco más asequibles.

Desde hace tiempo, instituciones, empresas y ciudadanos vienen tomando conciencia de la necesidad de impulsar una movilidad más sostenible. Y ahí esta clase de automóviles son clave. Su condición de coches poco o nada contaminantes, por su bajas o nulas emisiones de C02, y su contribución en la disminución de la contaminación acústica hacen que año a año crezca la demanda, como las ventajas y ayudas que buscan impulsar sus ventas

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Hay otros beneficios, como los recopilados por el Comisariado Europeo del Automóvil CEA: impuesto de circulación bonificado, acceso al estacionamiento SER gratuito en algunas ciudades y al carril VAO con un solo ocupante...

Mitos

Entre los mitos que rodean sobre todo a los vehículos eléctricos figuran, por ejemplo, su elevado precio de adquisición. Pues bien, en la actualidad podemos acceder a un coche así desde unos 16.000 euros, como sucede con el Renault Zoe (240 km de autonomía), una vez descontadas las ayudas vigentes.

Otro tanto sucede con las baterías: muchos creen que las de un coche así, o las que utiliza un híbrido (más aún si es enchufable, de mayor autonomía eléctrica), terminan estropeándose en poco tiempo por la recarga que debe practicarse cada poco tiempo, como pasa con algunos teléfonos móviles. Pues bien, casi todos los fabricantes garantizan estos y otros elementos asociados por periodos que no bajan de los 5 años o 100.000 km.

A todo ello, su coste de uso es inferior al de un automóvil de combustión interna: un estudio de Nissan revela que conducir su modelo eléctrico compacto Leaf (en la imagen sobre estas líneas) en España supone para el usuario un ahorro de unos 150 euros al mes en combustible atendiendo a la tarifa eléctrica supervalle (en comparación con un diésel) si se conducen una media de 50 km diarios. Es decir, casi 1.800 euros por año en nuestro bolsillo.

En cuanto al mantenimiento, la arquitectura técnica de un vehículo de este tipo, con un 90% menos de componentes que otro diésel o de gasolina, asegura costes de mantenimiento muy inferiores: no necesita aceite motor, lleva menos filtros y no hay que sustituir ni revisar correas o embragues. Y las pastillas de freno duran más por su frenada regenerativa, que carga de forma parcial la batería.

En vehículos eléctricos una reticencia habitual es la autonomía. Pues bien, casi la totalidad de los modelos a la venta en nuestro mercado supera los 150 km. Y estudios recientes recogen que el 80% de los desplazamientos diarios en días laborales son inferiores a 80 km, por lo que el automóvil eléctrico permiite cubrir sin pegas la mayoría de trayectos.

Estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) con la introducción de 1.000 vehículos eléctricos en una ciudad se dejarían de emitir más 30.000 kg anuales de gases contaminantes (incluyendo CO, NOx, HC...), y más de 2 toneladas de CO2.

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