Así debes colocar el reposacabezas del coche para evitar lesiones medulares

El 43% de las víctimas de accidentes sufren un esguince cervical. Así podrían evitarlo o reducir el riesgo

ABC MOTOR

Quizás nunca le hayas dado importancia, pero el reposacabezas de los asientos del coche es un importante elemento de seguridad del vehículo.

Según explican en Circulaseguro.com, se comenzó a instalar a mediados de los años 50 como un elemento de lujo. Posteriormente, con el paso del tiempo, la investigación de accidentes empezó a descubrir su importancia a la hora de evitar lesiones medulares. De ahí que en el año 1969 fuese obligatorio el reposacabezas en todos los turismos matriculados en los EE.UU y veinte años después, dicho sistema de seguridad, empieza a homologarse en España.

Existen en el mercado automovilístico dos tipos diferentes de reposacabezas. Por un lado, están los fijos o integrados a la estructura del asiento que suelen ser bastante eficaces si el propio conductor lo ajusta a su posición en el asiento siendo éstos los primeros en fabricarse; y por otro, ya más modernos y actuales, los ajustables o activos por efecto de la colisión.

Los primeros son los que instalan la mayoría de vehículos. Ante el desconocimiento de la mayoría de los conductores, la Guardia Civil ha iniciado una campaña en redes sociales detallando cómo deben colocarse. Dos son los aspectos que se deben tener en cuenta:

- Altura: debe colocarse entre el borde superior de la cabeza y la altura de los ojos

-Distancia: 4 centímetros como máximo entre la cabeza y el reposacabezas.

Así, en caso de colisión minimizaremos el efecto del peligroso latigazo cervical, una lesión que afecta al 43% de las víctimas de accidentes .

Otras medidas que evitan estas lesiones son ajustar el respaldo del asiento para que el reposacabezas quede lo más cerca posible de la cabeza pero sin que ésta se apoye o situar el respaldo lo más vertical posible; y no separar la espalda de él.

Además, en el caso del conductor, es recomendable estar atento al retrovisor para poder anticiparse a un posible alcance trasero y tensar el cuerpo ante un posible choque.

Si se puede, rehabilitar cuanto antes

Una vez que se ha sufrido un latigazo cervical, los médicos rehabilitadores recomiendan retirar el collarín cervical en 24 ó 48 horas como máximo si se ha colocado sin existir subluxación o fractura vertebral. Si no existe contraindicación, iniciar lo antes posible una rehabilitación que incluya, siempre, ejercicios simples y progresivos que deberían poder hacerse 2 ó 3 veces al día en el domicilio del paciente.

También iniciar lo antes posible las actividades cotidianas que no supongan una sobrecarga sobre la zona cérvico-dorsal o evitar posiciones mantenidas de la columna cervical durante periodos prolongados de tiempo (muchas horas frente al ordenador, conducir de forma continuada), son otras recomendaciones comunes.

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