Cuánto contamina realmente un coche eléctrico

Aunque nadie duda de que el coche eléctrico supone un paso adelante en lo que a limpieza y sostenibilidad se refiere, lo cierto es que también este tipo de vehículos contribuyen a la contaminación del medio natural

ABC MOTOR

Las ventas de coches eléctricos se han incrementado en el último año un 51,5% en comparación con el año anterior. Y es que el coche eléctrico se percibe a más corto plazo como alternativa al coche de motor de explosión, en parte por ser cero emisiones . Pero, sobre todo, en un tiempo de gran concienciación medioambiental y en un escenario de restricciones por parte de las administraciones de grandes ciudades.

Aunque nadie duda de que el coche eléctrico supone un paso adelante en lo que a limpieza y sostenibilidad se refiere, lo cierto es que también este tipo de vehículos contribuyen a la contaminación del medio natural. Desde la web de renting de ALD Automotive recogen que el coche eléctrico no emite, como ocurre con los coches con motor de combustión, ningún tipo de gas contaminante por el tubo de escape. Sin embargo, la contaminación que produce un vehículo no debe medirse únicamente por este factor, sino que también es relevante el proceso necesario para producir la energía que recargue sus baterías, la propia fabricación del vehículo o el desguace del mismo en el final de su vida .

De hecho, en los últimos años han aparecido voces que indican que el coche eléctrico puede llegar a ser más contaminante, a lo largo de toda su vida útil, que un coche convencional. Una de estas voces es la de la consultora Bernstein , que en uno de sus informes comparativos ha medido cuáles son las emisiones totales de dióxido de carbono (CO2) de distintos tipos de automóviles .

Según ellos, un BMW Serie 3 320i, impulsado por gasolina, emitiría a la atmósfera 22,8 toneladas de C02 durante toda su vida útil, divididas entre gasolina (20 toneladas), extracción y refinamiento del combustible (2,2) y su propia fabricación (0,6 toneladas). Frente a estos datos se situarían los de un Tesla Model 3 eléctrico, que emitiría 27,1 toneladas de CO2 a la atmósfera en todo su ciclo de vida: 21,3 provocadas por la fabricación de la electricidad, 5,2 por la fabricación de las baterías, y 0,6 toneladas por el ensamblaje del vehículo.

Algunas instituciones públicas también se han interesado por estas comparativas de emisiones. Así, el Instituto Sueco de Investigación de Medio Ambiente también ha apuntado a las baterías como uno de los causantes del incremento de las emisiones contaminantes que se está produciendo a lo largo de los últimos años . Según esta institución, las baterías de 30 kWh que equipa el Nissan Leaf provocan 5,3 toneladas contaminantes de C02, mientras que las de un Tesla Model S de 100 kWh contribuirían con 17,5 toneladas de C02 a la contaminación medioambiental. Esto reafirma la opinión de multitud de expertos, que creen que la capacidad de las baterías influye directamente a aumentar las emisiones contaminantes del propio vehículo.

La Asociación Automovilista Australiana, por su parte, apunta a un detalle más a la hora de tener en cuenta cuánto contaminan realmente los coches: su consumo real frente al declarado oficialmente . Así, por ejemplo, este organismo afirma que un híbrido enchufable puede llegar a consumir hasta un 166% más de lo que anuncia. Esto no solo afecta a la cantidad de combustible que se consume mediante su uso, sino también a las emisiones reales que se producen, que crecen proporcionalmente.

Contradicciones

No obstante, el diario The Guardian , por su parte, publicaba una comparativa que contradice directamente todos los datos anteriores, y que recoge ALD Automotive, según la cual un coche de gasolina emite 125 gramos de CO2 por kilómetro, teniendo en cuenta tanto la extracción del petróleo como su propia quema, mientras que el coche eléctrico puro solo contribuiría con 91 gramos de CO2 por kilómetro.

¿Qué conclusión se extrae de este detalle? Que para medir realmente la contaminación del coche eléctrico no se debe olvidar de dónde proviene la electricidad necesaria para moverlo . Así, por ejemplo, un coche eléctrico en Noruega (país que obtiene casi toda su electricidad del agua y de las energías renovables) contamina notablemente menos que el mismo modelo en Francia, que recurre mayoritariamente a la producción nuclear de la electricidad.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación