Cómo se conduce un coche híbrido

Jugando con el cambio, las aceleraciones y las recuperaciones es como se logra el menor consumo

ABC.es

Con el diésel en retroceso, cada vez son más los usuarios que recurren a coches híbridos, sobre todo aquellos que utilizan el vehículo en entornos urbanos , ya que en episodios de contaminación los híbridos (tanto los de gasolina/electricidad como los de gasolina/gas) y eléctricos tienen más facilidades para acceder al centro de las ciudades.

Las últimas cifras oficiales facilitadas por la Asociación de Fabricantes ANFAC reflejan que las matriculaciones de vehículos híbridos y eléctricos (turismos, cuadriciclos, vehículos comerciales e industriales y autobuses) se incrementaron en junio en un 65,5% con respecto al mismo mes del año anterior. Alcanzaron de este modo las 9.513 unidades en el mes.

En el primer semestre, las entregas de este tipo de vehículos registran un total de 43.794 unidades, lo que se supone un alza del 46,2% en comparación con los mismos meses del año pasado.

Aunque poco a poco los híbridos van logrando más cuota de mercado, a la hora de conducir un coche que combina un motor de combustión con uno eléctrico hay que seguir una serie de pautas, para sí lograr que la conducción sea realmente eficiente , y que no se disparen los consumos, sobre todo cuando se circula por carretera o autopista. Hay que tener en cuenta que estos vehículos suman al motor de combustión uno eléctrico, además de las baterías, por lo que el aumento de peso puede llegar a ser importante. Por eso, si no utilizamos las ventajas de la hibridación de manera correcta estaremos perdiendo gran parte de los beneficios de este tipo e coches.

Para explicar cómo debería de ser la conducción de un híbrido vamos a tomar como ejemplo la marca Toyota , que lidera las ventas en este tipo de mecánicas. Sus modelos combinan un motor convencional de gasolina con un motor eléctrico que funciona con baterías auto-recargables. Esto significa que no necesitamos enchufarlo en ningún caso , tal y como sucede con los híbridos enchufables (como el Mitsubishi Outlander PHEV, por ejemplo). La la batería se carga con la electricidad producida por regeneración durante la marcha (por ejemplo al frenar) o generando electricidad a través del motor térmico.

El indicador del sistema híbrido nos informa de cuál es el flujo de energía, con tres posibilidades: CHARGE, ECO o POWER, y nos ayuda a optimizar el consumo energético.

Cuando el indicador está en la posición CHARGE-Regeneración eléctrica, al frenar o levantar el pie del acelerador el sistema híbrido transforma energía cinética en eléctrica que se utiliza para cargar la batería. En la posición ECO el sistema híbrido gestiona de forma automática la propulsión más eficiente para consumir lo mínimo posible (sólo electricidad, sólo gasolina o una combinación de ambas). Y en la posición POWER el sistema híbrido combina el máximo par disponible del motor eléctrico y térmico a la vez para lograr una respuesta más ágil.

Cuando arranquemos o iniciemos la marcha con un híbrido deberemos hacerlo de forma suave . Así es como entra en funcionamiento el motor eléctrico, que la energía acumulada en la batería. Intentaremos acelerar poco a poco manteniendo el indicador dentro de la zona ECO.

Si necesitamos obtener mayor potencia, y especialmente en zonas urbanas, lo más eficiente es acelerar dentro de la zona ECO 2 hasta alcanzar la velocidad deseada, y luego volver a la zona ECO 1 para mantener la velocidad con propulsión exclusivamente eléctrica.

El motor de gasolina se enciende y apaga de forma automática según la demanda de aceleración o deceleración. Cuando el vehículo rueda a velocidad constante, se conecta el llamado «modo a vela» , de forma que la escasa energía que el vehículo necesita para rodar es suministrada por el motor eléctrico, ahorrando más combustible.

Si necesitamos puntualmente más potencia, tanto porque vamos a realizar un adelantamiento o porque vamos a subir una cuesta, necesitaremos que el motor eléctrico y el de gasolina unan sus fuerzas . Si al acelerar de forma suave no tenemos suficiente empuje para llegar a la velocidad deseada, lo mejor es pisar el acelerador a fondo para conseguir más potencia combinando el motor de combustión con el eléctrico.

En la situación contraria, por ejemplo, cuando descendemos una pendiente, podemos conectar el «freno motor» poniendo la palanca de cambio en posición «B». Así aumentaremos la retención del coche evitando utilizar en exceso los frenos.

En todo caso, si vamos cuesta abajo y levantamos el pie del acelerador, el coche recupera energía y la envía a la batería para recargarla. También mientras frenamos suavemente el sistema híbrido se encarga de recargar la batería (freno regenerativo), disminuyendo completamente la necesidad de utilizar pastillas de freno (alargando su vida útil). Es importante anticipar bien las frenadas y no esperar al último momento.

En carretera es probablemente donde menos eficientes son los coches híbridos, Pero aún así podemos hacer todo lo posible para reducir el consumo de carburante . Así, a velocidades superiores a los 100km/h, el motor de gasolina toma un mayor protagonismo. En cualquier caso, el sistema híbrido sigue vigilando de forma automática qué combinación (eléctrica/gasolina) es la más eficiente según la demanda de propulsión.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación