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Claves para circular en un atasco

Para evitar accidentes es fundamental mantener la vista varios vehículos por delante para poder anticiparnos ante cualquier situación de riesgo

MADRID Actualizado: Guardar
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Tanto en el día a día como en las operaciones especiales cuando se acercan unas vacaciones, quien más y quien menos se ve «metido» en un atasco en alguna ocasión. Además de las molestias que generan por la cantidad de horas perdidas y el combustible «malgastado», una retención puede ser una fuente de accidentes. Además, nuestra forma de conducción pude provocar que la retención vaya incluso a peor.

Es por eso fundamental seguir una serie de recomendaciones, como las que se incluyen en este vídeo de la DGT, con las que será más probable que, por lo menos, podamos evitar una colisión por alcance.

En primer lugar es necesario guardar una separación frontal suficiente para frenar sin alcanzar al vehículo que va delante.

Es la medida más importante en un embotellamiento: en la distancia está su seguridad.

Para calcularla,deberemnos tomar como referencia un punto fijo en la vía y contar dos segundos (por ejemplo, diciendo en alto o mentalmente 1101, 1102...) desde que pase el vehículo con el que guardar la distancia hasta que llegue el nuestro. Pero si las condiciones meteorológicas son malas o el firme está mojado, deberemos prolongar esta cuenta hasta los tres o cuatro segundos. Esta separación nos dará cierto margen para mantener la distancia con el vehículo que nos sigue.

Cuando nos aproximemos a la retención, adaptaremos la velocidad dejando de acelerar y pisando el freno aumentando progresivamente la intensidad sobre el pedal. Así también advertremos a los conductores que nos siguen para que también reduzcan la velocidad. Además, consumiremos menos combustible y evitaremos desgastes prematuros de las piezas del embrague.

Dentro el atasco, usaremos el embrague solo cuando sea necesario –antes de detenerse y para reanudar la marcha– y ssoltaremos el pedal con suavidad, evitando ‘tirones’. No conviene mantener el embrague pisado y la marcha engranada, ya que desgastará la mecánica innecesariamente.

Al reanudar la marcha, aunque la congestión parezca desvanecerse, deberemos estar alerta. Nunca se debe acelerar bruscamente para intentar recuperar tiempo perdido, ya que el atasco puede reaparecer más adelante. En su lugar, aceleraremos un poco menos que el vehículo que va delante manteniendo la separación y dosificando las frenadas.

Otro recurso útil en las retenciones es el de tratar de mantener la vista varios vehículos por delante, para asi poder anticiparnos y reaccionar a tiempo para evitar situaciones de riesgo y detenciones innecesarias.

Hay que mirar regularmente por los espejos retrovisores para tomar medidas ante un posible alcance (advertir con las luces de frenado, aumentar la separación frontal, buscar escapatorias...).

Finalmente, hay que recordar que los comportamientos agresivos como los cambios bruscos de carril y el abuso del claxon no ayuda a avanzar y generan nervios en los demás. Y sobre todo, para evitar la generaciónd e atascos y molestias a los demás vehículos que circulan por la misma vía, hay que recordar que como norma general, nose circula por el carril izquierdo.

Al respecto, las normas de tráfico son claras. «A la hora de circular por una autopista o autovía, con más de un carril para el mismo sentido de marcha, como norma general se circulará por el carril situado más a nuestra derecha; si bien, se podrá utilizar el resto de los carriles cuando las circunstancias del tráfico o de la vía lo aconsejen, a condición de que no se entorpezca la marcha de otros vehículos que pueden seguirnos». Esto se traduce, según los responsables de seguridad vial de circulaseguro.com, en que «podemos pasar al carril de nuestra izquierda para adelantar o para facilitar la entrada de otros vehículos que quieran incorporarse por nuestra derecha pero siempre que no causemos molestias al resto de usuarios».

Unas molestias que, en ocasiones, hace que un tercero cometa una infracción. El ejemplo más común es un vehículo circulando por el carril izquierdo y en paraleo a otro vehículo que está ocupando el carril central. Al llegar el tercer vehículo, que quiere adelantar, no le queda más remedio que utilizar el carril derecho, que en teoría es el que se tiene que utilizar de forma habitual para circular. Aunque lo legal en este caso, sería esperar para poder utilizar correctamente en carril de la izquierda, el de los adelantamientos.

En un a situación como esta, y si el conductor del vehículo que nos precede circula a una velocidad inferior a la nuestra y está utilizando el carril para poder adelantarle tampoco podemos avasallar. La actuación correcta sería la de, en primer lugar advertir de nuestra intención de adelantar con suficiente antelación, guardando la debida distancia de seguridad, y a continuación «esperar pacientemente a que nos deje el carril libre».

Una vez realizado el adelantamiento volveremos a situarnos nuevamente en el carril de la derecha para no entorpecer al resto de usuarios que pretendan realizar la misma maniobra. De esa manera evitaremos las retenciones esporádicas que se crean ante posibles frenazos y alcances que suceden cuando permanecemos sin motivo en el carril de nuestra izquierda teniendo libre el carril derecho o nos pegamos demasiado al vehículo que nos precede sin guardar la debida distancia de seguridad.

Si el evitar accidentes y no entorpecer la fluidez del tráfico son dos motivos suficientes por sí solos para no utilizar de manera «indiscriminada» el carril izquierdo, el motivo económico también debería terminar de convencernos. Porque aunque algunos sigan pensando que «circulando por la izquierda van mejor y no molestan», esta conducta es sancionable. Es decir, que nos pueden poner una multa.

Se considera una infracción grave, y así consta en el artículo 65.4 c) de la Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, y por lo tanto nos pueden sancionar con una multa de 200 euros.

Según los datos que baraja la DGT, el porcenjate de utilización del carril derecho llega a ser del 60% en las vías rápidas de doble carril. El «Síndrome del carril izquierdo», es una práctica habitual cuyo mal uso provoca más retenciones, frenazos y alcances, por tanto el carril izquierdo es sólo para adelantar, para circular siempre el derecho.

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