Cinco consejos para pasar la ITV a la vuelta del verano

La Inspección Técnica de Vehículos, la conocida como ITV, es el trámite que debe superar todo coche que pase de los cuatro años en España para certificar que está en condiciones de circular de forma segura. Muchos le tienen tanto miedo que reniegan de su paso, pero llevar el coche en condiciones es por un lado obligatorio y llegado el caso nos puede salvar la vida. Para ello la Asociación de Talleres de Reparación de Automóviles de Madrid (Asetra) nos recuerda los puntos en los que suelen caer la mayoría de los coches que no superan la inspección y que hay que tener en perfecto estado.

Alumbrado y señalización:

Cambiar una bombilla del coche no es tan fácil como antes –incluso las nuevas de LED deben únicamente cambiarlas en el taller- y este resulta uno de los puntos en que caen más coches.

Aunque ya no es obligatorio llevar en el coche un juego de lámparas de repuesto, es conveniente revisar mensualmente el sistema de iluminación y señalización. Hay que cerciorarse de que funcionan todas: posición, cruce, carretera, marcha atrás, intermitentes y antinieblas. Si se detecta cualquier problema hay que acudir a un profesional.

Frenos:

Unos frenos que frenen son fundamentales para nuestra seguridad y la de nuestros circundantes. Hay que revisarlos al menos una vez al año. Hay que estar alerta ante ruidos, chirridos y, sobre todo, acudir al taller de inmediato ante cualquier cambio pronunciado que percibamos en el tacto del pedal.

Sistema de escape y catalizadores:

Los consumos de CO2 de nuestro coche dependen del sistema de escape y el catalizador. Su buen estado es básico para respetar el medioambiente y con cuidado les daremos una vida más larga. No subirse al bordillo para aparcar -para evitar golpear los bajos- y esperar unos minutos con el motor arrancado antes de iniciar la marcha alargarán su vida. En cualquier caso se debe revisar el catalizador a los 60.000 kilómetros. Es raro que aguanten funcionando correctamente más de 80.000.

Amortiguadores:

Nunca se presta la debida atención a los amortiguadores y éstos junto con neumáticos y frenos son vitales para la seguridad del coche. Unos amortiguadores en mal estado harán que el coche frene mal o se comporte inadecuadamente en las curvas. Su desgaste depende de muchos factores. Para asegurarse de que estén siempre en buen estado lo mejor son revisiones periódicas cada 20.000 kilómetros.

Neumáticos:

Uno de los elementos del coche más importantes y por tanto de nuestra seguridad es el neumático. La correcta presión del mismo -la recomendada por el fabricante del coche- es básica para su duración. También hay que prestar atención a la profundidad del dibujo y no circular nunca con menos de 1,6 milímetros. Determinar la duración de un neumático es complicado porque depende de muchos factores como el tipo de conducción, agresiva o calmada por lo que hay que revisarlos al menos una vez al mes y cambiarlos siempre que haga falta.