Bolardos flexibles, la solución «anti raspones»

Aunque las bondades de este tipo de bolardos parecen ser muchas, todavía están en un proceso de implantación en las ciudades

ABC MOTOR

Ya no nos resulta extraño ver, en casi todos los vehículos que circulan habitualmente por la ciudad, abolladuras, roces o faltas de pintura , en la mayoría de las ocasiones provocadas por columnas invisibles o inclugo por algún bolardo que se ha escapado al ángulo de visión del conductor. No obstante, con la implantación de bolardos flexibles, puede que esta situación sufra algún cambio. Se trata de un tipo de bolardo que se aleja de la concepción habitual de los construidos a base de materiales rígidos como metal, granito y otros materiales pesados, por materiales de alta calidad que cumplen perfectamente la función de delimitar zonas peatonales o cerradas al tráfico.

Tal y como detallan desde el blog de Mutua Madrileña , un ejemplo de este nuevo tipo de bolardos son los realizados por la marca Unimat Traffic, que están fabricados con poliuretano de alta calidad, lo que explica el nivel de resistencia tanto a los golpes como a la temperatura que presentan este tipo de bolardos, que llegan a resistir temperaturas entre los 80 y los -60 grados centígrados.

El funcionamiento de este tipo de elementos es sencillo. Tienen la capacidad de resistir impactos de gran fuerza sin romperse, de tal forma que en un primer momento ceden al golpe, aunque, en el momento en el que el vehículo se retira, terminan por recuperar su posición y estado inicial. Todo ello sin dañar a vehículos o personas . Además de su capacidad de «reconstrucción» son mucho más resistentes que los bolardos de plástico o aquellos realizados con fibra de vidrio, ya que tienen mejor disposición para soportar los daños provocados por el tiempo y no se agrietan o rompen. Ya que ceden al golpe, pero en el momento en el que el vehículo se retira, terminan por recuperar su posición y estado inicial.

En cuanto a su instalación, se trata de otra de las ventajas de este tipo de bolardos . Apenas se necesitan cuatro tornillos expansivos y los orificios del bolardo ya están definidos desde fábrica, por lo que no es necesario medir para instalar. Simplemente se debe marcar y taladrar el suelo.

Bondades y requisitos

Aunque las bondades de este tipo de bolardos parecen ser muchas, todavía están en un proceso de implantación en las ciudades, pero ¿cumplen los requisitos de seguridad?

Cabe destacar que existen diferentes tipos de bolardos para adaptarse a los distintos espacios públicos : bolardos fijos, desmontables y automáticos. También se tendrá que tener en cuenta la finalidad de estos, es decir, si su instalación radica en lograr la ordenación del tráfico o si su finalidad es meramente ornamental. En cuanto a su regulación, se encuentra recogida en el Real Decreto 505/2007, de 20 de abril, por la que se desarrolla el documento técnico de condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y utilización de los espacios públicos urbanizados y en La Orden VIV/561/2010, de 1 de febrero. Así lo detallan desde el departamento Jurídico de Pyramid Consulting , Paula Eguía e Itziar Garcimartín .

Asimismo, también indican que sus características vienen recogidas en el artículo 29 de la citada Orden, el cual establece lo siguiente:

-La altura de aquellos que se encuentren en áreas de uso peatonal será entre 0,75 y 0,90m .

-El ancho y diámetro mínimo será de 10 cm y un diseño redondeado y sin aristas.

-El color deberá contrastar con el pavimento en toda la pieza o como mínimo en su tramo superior, asegurando su visibilidad en horas nocturnas.

-En cuanto a su ubicación, se ubicarán de forma alineada, y en ningún caso podrá invadir el itinerario peatonal accesible ni reducirán su anchura en los cruces u otros puntos del recorrido.

Esta Orden Ministerial se dictó al amparo de lo dispuesto en el artículo 149.1. 1.ª de la Constitución, que atribuye al Estado la competencia exclusiva para regular las condiciones básicas. Sin embargo, las comunidades autónomas serán quienes lleven a cabo la regulación de la instalación de los bolardos en las ciudades atendiendo a las necesidades que surjan.

En caso de sufrir cualquier tipo de daño ocasionado por uno de estos elementos, se tendrá que valorar cada caso y estudiar la viabilidad de la reclamación de responsabilidad patrimonial por los daños y perjuicios sufridos.

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