Pebble Beach 2019
Un Bentley 8 Litros de 1931, elegido el coche más bello del mundo
Pebble Beach, en la península de Monterey (California), se convierte cada mes de agosto en el centro del universo del automovilismo. La cita ofrece dos eventos que hacen las delicias de los aficionados al mundo del motor. Por un lado el concurso de elegancia y por otro las novedades premium de las marcas , lo que significa una combinación de belleza y tecnología.
El concurso de elegancia, que se celebra desde 1950, rinde homenaje al pasado con coches de colección de alta gama y los nuevos modelos y prototipos llamados a hacer historia por sus características, sobre todo las estéticas que son las que decanta el ganador de cada año.
Este año, en su 69º edición, el coche ganador es un Bentley 8 Litros Sports Tourer de 1931, carrozado por Gurney Nutting & Co. Se trata de una unidad perteneciente a Sir Michael Kandoorie, de Hong Kong.
La elección coincide con el centenario de la creación de Bentley. El 8 Litros es precisamente la obra maestra de la primera etapa de la marca, ahora en manos del Grupo Volkswagen. El 8 Litros es capaz de alcanzar 160 kilómetros por hora, y participó en el gran reto del momento, las 24 horas de Le Mans.
El evento se realiza con fines benéficos, y este año ha logrado una recaudación de dos millones de dólares.
En la edición del 2016 el ganador fue un Lancia Astura Pininfarina Cabriolet de 1936, restaurado durante 6 años y que se dice que perteneció al músico Eric Clapton. En 2017, un Mercedes-Benz S Barker Tourer de 1929 resultó ganador de la 67º edición. El propietario de esta joya es Bruce McCaw, cuyo hermano también competía con un Ferrari Scaglietti de 1957.
El Mercedes del ganador finalizó su restauración hace una semana en los talleres de Steve Babinsky en Lebanon, Nueva Jersey. Su propietario asegura que el coche perteneció a Lord Howe, piloto ganador de la Mille Miglia o Le Mans y fundador del British Racing Driver’s Club.
Propulsado por un motor sobrealimentado de 7 litros y 6 cilindros en línea, fue carrozado en aluminio por el especialista Barker, en Londres, siguiendo las instrucciones del propio Lord Howe. Pese a su antigüedad, ha sido capaz de completar sin incidencias un paseo de más de 100 kilómetros.
