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Todoterreno SUV americanoProbamos el Jeep más lujoso, el Grand Cherokee 3.0 V6 Diesel de 250 CV

Más europeo que americano, el tope de la marca sitúa en la versión Summit (78.490 euros) un digno rival para lo más selecto de la categoría, con gran capacidad campo a través y un confort de rodadura de primera. Su motor suena y responde bien

Madrid Actualizado: Guardar
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  1. Grande y bien hecho

    Con una longitud de 4,83 metros y una altura de 1,76 m, el Grand Cherokee de Jeep es un todocamino grande, aún con solo 5 plazas rival directo de los Audi Q7, BMW X5, Infiniti QX70, Jaguar F-PACE, Lexus RX, Mercedes GLE, Porsche Cayenne, Range Rover Sport y Volvo XC90.

    Aunque en su día los primeros Grand Cherokee fueron modelos populares en nuestro país, no sucede lo mismo con ésta, su última entrega de 2013. Probablemente por la multitud de competidores que tiene frente a sí, a cual mejor «armado».

    Con todo, el americano, un modelo muy codiciado en su mercado nativo, concentra suficientes virtudes en todos los ámbitos para gustar, atraer y convencer al exigente cliente europeo, español incluido. Además, ser un modelo poco visto le asegura una exclusividad nada desdeñable. Otro apunte: con el propulsor diésel analizado, de 250 CV, asocia ahora un nuevo, interesante y efectivo cambio automático de 8 marchas —antes era de 5—, con levas en el volante para la selección manual de éstas.

  2. La calidad prevista

    Sentarse al volante del Grand Cherokee transmite las buenas sensaciones de cualquier otro gran SUV «premium» de la categoría. En particular en el tope de gama Summit Platinum probado, revestido de cuero hasta en la consola.

    Para dejar claro lo que no nos gusta: un volante de diámetro excesivo —va calefactado en este acabado y es de piel y madera—, un freno de aparcamiento de pedal —a todas luces superado por los sistemas eléctricos de botón—, unos asientos delanteros confortables —climatizados y multiajustables eléctricamente—, sí, pero de respaldo demasiado plano, falto de apoyo lateral... Son matices mejor conseguidos en varios de sus competidores, pero con todo asumibles.

    Por lo demás, el coche, amplio para cinco ocupantes llegado el caso y dotado de un correcto maletero de 457 litros —con rueda de repuesto bajo el plano de carga—, destila prestancia, entre otros con techo interior tapizado en Alcántara, apliques de madera de buena apariencia, pero sobre todo por un nivel de acabdo preciso, con materiales —plásticos y otros paramentos— robustos y bien ajustados. Ni siquera pisando sobre baches o terrenos tortuosos libera «grillitos» o ruidos que delaten algún ingrato desajuste. Además, está bien aislado.

    Su equipamiento de serie contempla de todo: faros bixenón adaptativos, acceso y arranque por botón, portón trasero motorizado, audio Harman-Kardon de 19 altavoces y gran calidad, techo solar panorámico, tracción 4x4 Quadra-Drive II —la más completa de la gama—, multimedia Uconnect Smartouch 8.4 NAV y suspensión neumática Quadra-Lift —permite elevar la altura del vehículo hasta en 3 posiciones—, al que añade novedades externas como unas poderosas llantas de 20 pulgadas, detalles decorativos cromados...

    Dentro, el tapizado de Nappa o el equipo de entretenimiento DVD BluRay con doble pantalla trasera en el dorso de los respaldos delanteros son igualmente de serie. Eso sí, el coche sale por 78.490 euros, que no son pocos pero sí competitivos frente a sus rivales valorando la ecuación precio/producto/equipamiento.

  3. Sobre todo, cómodo

    Repasando las maneras dinámicas del nuevo Jeep Grand Cherokee, en términos generales no es ágil en tramos virados, pues la confortable suspensión autoriza movimientos de carrocería o balanceos algo más acusados de lo que sería deseable. Tampoco la dirección —11,3 metros por diámetro de giro— es demasiado rápida. Cuestión aparte es circular rápido por amplios espacios tipo autopista o autovía, donde sí se desenvulve bien.

    En cuanto a los frenos, cumplen bien circulando a ritmo moderado, tanto por tacto como por distancia de parada.

    Además, está preparado para superar grandes obstáculos fuera del asfalto. Sobre todo en la versión probada, que como citábamos cuenta con suspensión Quadra-Lift que permite elevar la carrocería para mejorar los ángulos de trabajo —ataque, ventral y de salida— y con diferencial posterior autoblocante —permite que las dos ruedas de ese eje avancen a la misma velocidad para superar obstáculos difíciles, como suelos embarrados o muy mojados, sin ir más lejos arrastrando un pesado remolque—.

  4. Buen motor

    El Jeep Grand Cherokee ofrece motores de gasolina de 3,6 litros y 286 CV, 5,7 litros y 352 CV y 6,4 litros, que rinde 468 CV. Pero, sobre todo, contempla los turbodiésel de 3,0 litros V6 con 190 y, como en este caso, 250 CV y 570 Nm de par límite.

    Para tratarse de un modelo que declara un peso de 2.403 kilos, sus prestaciones son adecuadas: 202 km/h de velocidad punta y aceleración entre 0 y 100 km/h en 8,2 segundos. Suena y ronronea casi como si fuese deportivo, pero hay que tener clara su elevada masa cuando se le pisa a fondo para que reaccione con presteza: reacciona, pero con más inercia de la deseable, lo que en ciertos momentos, como un adelantamiento rápido, le hace parecer un tanto remolón.

    En cuanto al consumo, anuncia un promedio de 7,5 l/100 km (emisiones de 198 g/km de CO2), pero en la práctica será normal ver en su completo ordenador de a bordo valores reales de entre 8,5 y 10,2 l/100 km. No es poco; el depósito de 92 litros da mucho de sí.

  5. En conclusión: un coche a tener en cuenta

    Puede que el Jeep Grand Cherokee no sea el modelo más ágil en carretera, el de mejor frenada —patrimonio casi exclusivo del Porsche Cayenne— o el más austero y el más prestacional.

    Desde ahí, su calidad de terminación o su confort de rodadura tienen poco o nada que envidiar a la media de la selecta categoría en la que milita. Es un modelo exclusivo por poco visto, rinde y va bien con mecánica diésel de 250 CV sin gastar excesivamente y, lo mejor de todo, es de los más capaces para circular lejos del asfalto con plenas garantías.

    A todo ello hay que sumar unas tarifas muy competitivas, caras, de acuerdo, pero de lo mejor qu se puede localizar entre esta clase de automóviles por lo rico de su equipamiento de serie.

    Otra ventaja a tener en cuenta es que su red de asistencia postventa se corresponde con la de FCA.

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