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Probamos a fondo el Mercedes GLE, todocamino y coupé todo en uno

Grande y con empaque, el «alter ego» más dinámico del todocamino Premium de la estrella GLE ofrece buenas prestaciones con motor diésel de 258 CV. Eso sí, su gasto no es de «mechero» y a ritmo fuerte sus inercias resultan considerables

Madrid Actualizado: Guardar
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Mercedes tenía la «obligación» de plantar cara al BMW X6, un singular todocamino grande de formato coupé que viene gozando de buena aceptación desde su debut, allá por 2008. Y lo hizo con el GLE Coupé, primer vehículo de esta clase en la firma germana al que pronto seguirá una versión más pequeña GLC Coupé, de nuevo para hacer la contra al BMW X4.

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Visto de cerca, nuestro protagonista es un coche opulento: exhibe una considerable longitud de 4,90 metros, una anchura a la altura de las circunstancias (nada menos que 2 metros) y una altura notable, de 1,73 metros. Es decir, se trata de un modelo voluminoso, no liviano (2.250 kg en la versión turbodiésel 350d 4MATIC probada, que cuesta 79.475 euros y da 258 CV/620 Nm) pero sí con empaque.

Alternativa al GLE, digamos que su equivalente SUV Premium convencional, asocia una caja de cambios automática y secuencial de 9 marchas 9G-TRONIC y tracción permanente a las 4 ruedas 4MATIC; ésta reparte la fuerza del motor de forma simétrica entre ejes.

Inercia a tener en cuenta

Opcionalmente puede dotarse de suspensión neumática de dureza variable AIRMATIC ADS Plus (2.484 euros), en el vídeo sobre estas líneas, hasta para variar la altura de la carrocería. Y también con barras estabilizadoras activas ACTIVE CURVE SYSTEM (implica la anterior y supone 4.570 euros más).

Unas y otras neutralizan parte del balanceo en curva de un modelo de masa considerable y elevado centro de gravedad, que de paso anda, mucho, y anima a un elevado ritmo que pasa cierta factura en tramos virados.

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A esto no ayuda una dirección bastante asistida, que en parte resta precisión yendo fuertes, si bien resulta ideal para maniobrar y mover sus enormes cubiertas 275/50 R20 (unos 350 euros la unidad). Por cierto, frena bien, con precisión, linealidad y contundencia, pero acusa el uso reiterado, cediendo metros.

Otra aportación es el llamado DYNAMIC SELECT, mando que regula la acción de elementos mecánicos, incluidos el sonido del motor, la instrumentación y el alumbrado activo. Hay cinco escalones, dos de corte deportivo.

Llantas de hasta 22 pulgadas opcionales, programador de velocidad activo DISTRONIC PLUS (interviene sobre la dirección para mantener el coche en el carril), mantenimiento de carril Active Lane Keeping Assist o PRE-SAFE con reconocimiento de peatones están al alcance del nuevo GLE Coupé dentro de una interminable lista de extras que, sin ir más lejos, agrupa el acceso y arranque sin llave Keyless-Go, ojo, por 1.144 euros. Otro tanto con el navegador integrado, que no se apea de unos 3.800 euros. No nos engañemos: lo habitual será desembolsar de 5.000 a 10.000 euros adicionales en extras para dejar una versión como ésta a nuestro gusto.

Visibilidad condicionada

Incluso si pensamos en el entretenimiento de los pasajeros traseros (2.576 euros), aunque sin ir más lejos las cámaras perimétricas para exhibir una visión cenital y maniobrar con mayor seguridad son de serie.

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Algo que no le iría nada mal a este GLE Coupé es un limpilavaluneta trasero. Además, el portón del maletero (grande, con un mínimo de 650 litros, pero de plano de carga muy elevado) es generoso, pero la «hoja» queda muy elevada una vez abierta, hasta para pulsar el botón que la cierra automáticamente. Y hay que tener claro que la silueta coupé en la zaga condiciona la visibilidad posterior desde el puesto de conducción.

Por lo demás, y como cabe esperar en un Mercedes, es un coche de excelente factura, fácil de llevar, confortable y de fina rodadura. Puede que no tan excelsa como en las modernas berlinas de la casa, pero sin duda notable, hasta sobre firmes bacheados. Y eso que en nuestra unidad de pruebas hemos apreciado algún «crujidito» al superar baches y rotos del asfalto yendo con «alegría», pero el conjunto se aprecia sólido y suficientemente monolítico.

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Hay que tener claro que, aunque lo parezcan, este tipo de automóviles no está ideado para la práctica de un 4x4 extremo, ni de lejos. La tracción consiente en parte esa conducción, pero sus neumáticos de asfalto quedarán irremediablemente trabados en el primer lodazal. Y otro tanto sobre nieve.

Rápido y solvente

No, la lectura es otra: su tracción 4MATIC asegura la adecuada motricidad para digerir sin trabas su potencia y, en particular, su contundente par máximo, su fuerza mecánica en resumidas cuentas.

Conviene tener presente que esta versión empuja con ganas, hasta viajando cargados. De hecho, puede rodar a un máximo de 226 km/h, acelerando entre 0 y 100 km/h en 7 segundos, la marca de un rápido compato tipo VW Golf GTI, una tonelada más ligero en términos absolutos.

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Asimismo, despliega poder y solvencia para adelantar con seguridad. Eso sí, pese a las excelencias del conjunto hemos percibido un levísimo desfase para, desde parado, salir como «tiros» pisando a fondo, por ejemplo en un cruce. Cosas de la electrónica que gestiona el cambio.

En cuanto al consumo, aununcia un optimista promedio de 6,9 l/100 km (180 g/km), pero lo habitual será moverse entre 8 y 10 l/100 km de diésel. Sobre todo cuando abordemos tráfico urbano y atascos.

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Como balance, el Mercedes GLE Coupé es buena alternativa para clientes que miran una berlina como la nueva Clase E con ojos, quizá, demasiado conservadores. Gente que anhela militar en el pujante y dinámico segmento SUV, sea del tamaño que sea, y que, en este caso, y a estos precios, no quiere renunciar ni a la capacidad (por mucho que sea inferior a la del GLE), ni a la potencia ni mucho menos a la ostensible imagen que transmite un automóvil de semjante porte.

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