Aston Martin Rapide S: lujo y refinamiento para cuatro

El GT de Gaydon desborda exclusividad, con un enfoque que aúna de manera excepcional deportividad y confort de marcha

U. Mezcua. Vídeo: David Conde

Aston Martin ha iniciado una nueva andadura en España, con la inauguración de un nuevo concesionario en Madrid de la mano de Tayre . Entre el catálogo de la histórica casa británica, afamada por el nivel de detalle de sus vehículos y por ser una suerte de proveedor oficial del agente secreto ficticio James Bond, se encuentra el Rapide S, sucesor del Rapide.

El Aston Martin Rapide llegó al mercado en el año 2010 para hacerse un hueco en el segmento de las berlinas deportivas de alta gama, con una orientación familiar pero sin renunciar, ni mucho menos, a la deportividad. En 2013 tomó su testigo el Rapide S, igualmente de cuatro puertas y cuatro plazas , y un enfoque aún más dinámico.

El GT de Gaydon desborda exclusividad , con un enfoque que aúna de manera excepcional deportividad y confort de marcha. También es caro: su precio parte de 220.749 euros , frente a unos rivales -fundamentalmente Porsche Panamera Turbo y Mercedes AMG S 63 que no superan la barrera de los 200.000-.

Calculadora aparte, cabe mencionar que el nivel de perfección de acabados en nuestra unidad de prueba Shadow Edition . La calidad de materiales y el remate final -todo está realizado a mano- no tienen parangón. La Alcántara y el cuero abunda y domina en un interior que a la vez logra a la vez ser acogedor, deportivo y atemporal.

Exteriormente, resulta musculoso y ágil, gracias a un capó afilado, a unos enormes y alargados grupos ópticos frontales y a la particular parrilla, que ofrece una silueta muy reconocible . En el diseño, muy aerodinámico, dominan los trazos limpios y sencillos, que ofrecen un perfil más de biplaza que de berlina, reforzado por la invisibilización del pilar B.

Conductor y pasajeros ruedan muy cerca del suelo, como corresponde a un coche de enfoque deportivo, pero la visibilidad, pese al gran frontal, es óptima, incluso para conductores de baja estatura.

El salpicadero llama la atención por lo clásico de sus líneas . Aston Martin mantiene aún un cuadro fundamentalmente analógico, con dos pequeñas pantallas monocromas para mostrar la marcha engranada y factores como el consumo. Ambos paneles se hallan insertados en los relojes de la velocidad -con indicadores duales para millas por hora y kilómetros por hora, donde luce la marca máxima de 330 kilómetros por hora- y las revoluciones.

Una consola central, que se extiende hasta el túnel de transmisión, divide en dos aguas el salpicadero. En él se encuentra una instrumentación muy tradicional que requiere, no obstante, de un período de adaptación, ya que, por ejemplo, no resulta difícil confundir el mando del volumen con el regulador de los asientos calefactados o ventilados.

La pantalla de infoentretenimiento , que da acceso también al sistema de navegación -que en nuestra breve prueba ha resultado intuitivo pero muy lento de reacciones a la hora de generar indicaciones-, es escamoteable, y puede ser recogida accionando un comando. El mayor compromiso para esta opción, que garantiza una vista diáfana y clásica al conductor, es su pequeño tamaño, pese a lo cual tampoco muestra una calidad de visualización brillante.

En el centro de esta consola se encuentran los comandos de la transmisión automática Touchtronic III, bajo un elegante recubrimiento de cristal que los fusiona con el resto del diseño. Desarrollada por ZF , cuenta con ocho relaciones que se conjugan mediante dos levas ancladas al árbol de dirección -y no al volante, lo que las mantiene estacionarias en pleno giro-.

En la misma consola, señalizado por el emblema de Aston Martin, y bajo los botones de la transmisión, se encuentra el arranque. En él encaja como un guante la llave, en un gesto que rezuma exclusividad y que hace sentir que verdaderamente estamos ante un coche diferente.

El diseño de la llave, recubierta de material acristalado en uno de sus extremos (fácilmente rayable), más recuerda al de una joya. Al insertarla en su lugar cobra rugiente vida el propulsor V12 de 560CV , que de súbito recuerda que no estamos ante un coche de paseo, sino a un deportivo con capacidad para llevar a tres pasajeros.

Bajo el capó equipa un delicioso propulsor V12 de seis litros, atmosférico de la vieja escuela, pero de respuesta brillante incluso a bajas revoluciones. Su empuje es bestial en el entorno de las 7.000 vueltas, cuando alcanza su máximo: 630Nm, y la respuesta es sensiblemente mejor, si cabe, en el modo deportivo que, podemos decirlo, no es mera decoración en el panel de instrumentación. El consumo, eso sí, es igualmente indómito: homologa 12,9 litros a los 100, y en nuestra prueba, a velocidades siempre legales y con mixto urbano-carretera, no ha bajado de los 14.

En un coche de enfoque tan dual entre deportividad y confort, cobra especial importancia la suspensión adaptativa. En modo normal, el Rapide S ofrece una marcha equiparable al de una berlina de representación, sin que pocos obstáculos se dejen sentir en el habitáculo. En modo Sport, la sensación de control es total, propia de un biplaza de altas prestaciones. Una sensación dinámica brillante que se refuerza por el tacto de la dirección , un punto dura y a la vez informativa, precisa y directa.

El espacio es bueno para un coupé deportivo. Cabe recordar que la segunda fila de asientos cuenta únicamente con dos plazas, en las que se puede viajar con un elevado nivel de confort , gracias a la comodidad de los asientos, al climatizado bizona trasero y al sistema opcional de entretenimiento (valorado en 3.000 euros), que incorpora dos pantallas en el respaldo de los acceso delanteros para poder ver la televisión o películas en DVD.

En el maletero podemos alojar 317 litros de equipaje , si bien los respaldos traseros abatibles -tras los que se encuentra un espacio de carga que puede ser accesible desde el habitáculo- permiten aumentar la cifra hasta 886 litros. Incluso aquí Aston Martin ha cuidado al máximo el nivel de detalle, ofreciendo un paraguas (debidamente anclado) valorado en nada menos que 232 euros.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación