Maserati Levante, aires nuevos

Sustraerse a las nuevas modas y gustos del público no tiene sentido y aunque han tratado de resistirse, al final, incluso marcas legendarias de deportivos como Maserati no han podido negarse y ya tienen su todo camino, el Levante, en el segmento que más crece en todo el mundo.

Maserati Levante

Como dice la propia marca, el Levante es como el viento del que proviene su nombre: dócil si no le apretamos y fiero si encuentra las condiciones.

Porque lo primero que llama la atención al acercarse a él, en plena campiña italiana, es por un lado la rotundidad de su frontal con un gran tridente presidiendo la parrilla y por otro la limpieza de líneas de su lateral y zona trasera con un músculo que empieza en la misma puerta trasera y acaba en unas ópticas muy sugerentes.

Dentro, más de lo mismo, diseño italiano con un salpicadero muy limpio presidido por una pantalla táctil de 8,4 pulgadas que también se puede manejar mediante un mando giratorio en la consola central. Desde esta pantalla se manejan prácticamente todos los elementos del coche: desde la climatización pasando por un magnífico equipo de sonido al teléfono.

En cuanto al espacio interior y como debe ser en un coche de estas dimensiones -5m de largo, 1,96 de ancho y 1,67 de alto- cinco adultos se acomodarán sin muchos problemas. Los asientos, -en piel de serie en todas las versiones- son muy cómodos, con los delanteros con reglajes eléctricos, calefactables y ventilados y los traseros con la posibilidad de reclinar el respaldo y opcionalmente también calefactados. Además el maletero cuenta con 580 litros y apertura y cierre eléctrico con el mando en un lateral –no hay que elevar el brazo.

Casi como una berlina

Además, de una estética realmente conseguida el Maserati Levante sorprende nada más arrancar con un sonido embriagador sobre todo en el potente motor de gasolina. Un V6 de 3.5 litros que genera 430 caballos y empuja con mucha alegría y rotundidad un conjunto que pesa más de dos toneladas de peso.

Como no podía ser de otra manera, una vez decidida su producción, Maserati no podía crear un SUV que no contuviese el ADN de la marca y la deportividad del Levante es sobresaliente en todos los sentidos. Con el Maserati Levante se puede ir muy rápido y con una sensación de seguridad enorme –los frenos responden con contundencia incluso tras mucho trabajo- por zonas de curvas sin apenas balanceos y una respuesta acorde a lo que queremos y también muy rápido y relajado en un ambiente exquisito por autopista.

A todo ello contribuyen una magnífica caja de cambios automática de ocho velocidades y origen ZF y una suspensión neumática de serie, que puede variar la altura del coche hasta en seis posiciones distintas según el tipo de conducción que llevemos y que acepta prácticamente todos los embates a los que la podamos enfrentar. Incluso en una conducción off-road el Levante se comporta con suficiente solvencia por zonas a las que nunca se enfrentarían sus propietarios (por complicadas e innecesarias).

Conclusión

El Maserati Levante se ha hecho esperar pero las satisfacciones que dará a sus propietarios serán muchas. Está acabado de forma exquisita, con pieles y materiales de primera y un diseño típicamente italiano donde todo cuadra a la perfección. Como opción se puede pedir con mejores asientos y todos los sistemas de seguridad disponibles en el segmento a precios módicos.

En carreteras de montaña el Levante puede ir muy rápido y en autopista más y si necesitamos transitar por pistas en mal estado el Levante se atreve con casi todo y se comporta sin problemas.

El precio, en línea con otros modelos de la competencia parte en el caso del diésel de los 82.275 euros y en el caso del gasolina de 105. 360 euros.