Un paseo por la sierra madrileña

A pocos kilómetros de la capital existe un mundo completamente verde esperando ser descubierto. Una buena manera de empezar para aquellos cosmopolitas que no suelen salir mucho de la ciudad es coger el «Tren de la Naturaleza». Se trata de un programa de educación ambiental, ofrecido por Renfe, que lleva desde 1991 recorriendo la Sierra de Guadarrama.

La visita, ideada para niños pero a la que también pueden acudir los mayores, comienza en la estación de Cercedilla, donde se organizan los grupos, instruidos por un vídeo explicativo en un vagón de tren eléctrico diseñado para la ocasión. Después, la excursión se traslada hasta el puerto de Cotos, mientras los monitores explican el paisaje y amenizan el viaje con actividades.

Llegada la tarde se recorre el Parque Natural de Peñalara, donde hay una parada para comer, antes de regresar a la estación de Cercedilla. El tren puede cogerse los miércoles, jueves y viernes de 10.00 a 15.00 horas y los sábados, domingos y festivos de 10.00 a 18.00. El precio es de 18,40 euros, aunque existen tarifas reducidas para grupos.

Los que prefieren vivir la naturaleza a pie tienen la opción de «tocar el techo de Guadarrama», es decir, el pico de Peñalara. Se puede llegar cogiendo la línea C-9 de Cercanías y bajando en la misma estación de Cotos; o en coche por la M-604 desde el Puerto de Navacerrada o desde Rascafría.

La ruta comienza en el mismo puerto y sube en zigzag hacia Dos Hermanas. Esta es, probablemente, la parte más dura; pero una vez en ese punto se puede disfrutar de unas increíbles vistas del valle de Valsaín, de Segovia y del valle del Lozoya. Ahí arriba pueden apreciarse también las huellas de la Guerra Civil y las trincheras que han quedado marcadas en la tierra a pesar del paso del tiempo. El pico de Peñalara queda muy cerca desde ese punto y la subida es poco pronunciada, por lo que se puede disfrutar del paisaje.

Tras esta caminata se puede seguir por la línea de cumbres hacia el noroeste y llegar hasta el risco de Los Claveles. Desde ahí se baja hacia la laguna de los Pájaros, de origen glacial y la más alta del Parque Natural de Peñalara. La excursión acaba con el regreso a Cotos, pasando por el cauce del arroyo de la Laguna, un paisaje idílico para un recorrido que ronda las cuatro horas de duración.

La Silla de Felipe II

La última propuesta, en esta ocasión para toda la familia, es la Silla de Felipe II, el lugar desde el cual el rey de España observaba la construcción del Monasterio del Escorial. Para disfrutarlo, debes llegar hasta el municipio homónimo y coger la M-505 en dirección Ávila-Puerto de la Cruz Verde.

Allí se puede encontrar una senda ecológica, señalizada y accesible, para enamorarse de las maravillosas vistas.