Carmona: «No me arrepiento de haber apoyado a Carmena, pero lo está haciendo mal»

El concejal y exportavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Antonio Miguel Carmona, ha asegurado que no está «arrepentido» de haber apoyado a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, en la sesión de investidura pero cree que «lo está haciendo mal».

«No estoy arrepentido de haber apoyado a Carmena pero creo que lo está haciendo mal», ha afirmado en una entrevista en Onda Madrid. El socialista ha puesto como ejemplos de esa mala gestión que «las calles sieguen igual de sucias, los atascos son monumentales, han eliminado el control de tráfico por las tardes y no se está haciendo una política de empleo contundente».

También considera que el hecho de que el equipo de Gobierno se plantee no renovar los contratos con las agencias de calificación de la deuda es «un grave error financiero, inopinado completamente».

«Creo que lo han hecho por desconocimiento pero el concejal de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, debería haber informado a la alcaldesa de lo que ocurría, siempre que él estuviera informado, claro», ha añadido.

Sin embargo, Carmona seguirá apoyando a la regidora porque considera que ha tenido poco tiempo y que puede rectificar. A eso ha sumado que la dirección federal del PSOE le instó a apoyar a Ahora Madrid. «Y yo apoyé a Ahora Madrid», ha destacado.

Para explicar su convicción personal, ha recurrido al Quijote. «Amigo Sancho, entre la una y la otra, tienes que elegir entre la una y la otra», ha lanzado en referencia a Manuela Carmena y la portavoz del PP en el Ayuntamiento, Esperanza Aguirre.

También se ha referido a su destitución como portavoz y a los apoyos que ha recibido. «Nosotros somos un equipo y como tal si al delantero medio le ponen de volante izquierdo, pues aquí me tienen, utilizando la pierna izquierda siendo diestro», ha lanzado.

En cuanto a la situación en Cataluña, Carmona ha asegurado que estas cosas no ocurren en países donde «existen gobiernos fuertes a los que no les tiembla el pulso ante lo básico e importante. El Gobierno tiene que jugar sus cartas, cumplir la ley y dejarse de tibiezas».