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Uno de los participantes, ayer, en el «slalom» de Pelayo - maya balanya

El reto de correr sobre tacones de vértigo, con peluca y maquillarse

Un peruano, Jason, se hizo con el podio de la famosa carrera de las fiestas del Orgullo Gay

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La céntrica calle de Pelayo, situada en pleno barrio de Chueca, acogió ayer a decenas de corredores subidos a sus tacones. Una cita cargada de entusiasmo «a la que no se puede faltar», según afirmó uno de sus asistentes. El sofocante calor no logró detener a los participantes, que corrieron en la peculiar pista de atletismo de una manera muy singular. No todos lograron terminar el recorrido, dos de ellos desistieron. La causa, probablemente fue la combinación de botas y plataformas de 10 centímetros con un clima asfixiante que, desde luego, no estuvo de su parte. Uno de los momentos más cómicos fue cuando los participantes se tambaleaban a causa de los elevados tacones logrando desatar la carcajada del público.

Momentos antes de comenzar se palpaba la ilusión entre sus asistentes. Sergio y Miguel, con cerveza en mano, aseguraban que «es una de las mejores fiestas de Madrid, junto con la Verbena de la Paloma». Llevan por lo menos una década acudiendo y se lo pasan tan bien, que el calor les parece algo secundario.

«Arepita Diablitos», «drag queen» venezolana y una de las protagonistas indiscutubles del evento, no dudaba en hacerse fotos con todo aquel que se lo pidiese. Tras ocho años representando, esta fiesta afirmaba que, desde su punto de vista, se trata «de unas de las competencias más emblemáticas».

Muchos de los corredores revelaban que era la primera vez que se aventuraban en esta experiencia. De hecho, uno de ellos confesaba que fue «por puro capricho»: «Tenía unos tacones en casa y un amigo me convenció dos días antes de que me inscribiese».

Ser el vencedor no era tarea fácil. Además de llevar tacones, los participantes tenían que llevar peluca y maquillarse en determinados tramos del recorrido.

Jason, el vencedor, tras recibir la enhorabuena de la presentadora «Chumina Power», obtuvo una recompensa final de, entre otras cosas, 250 euros y númerosos vales y tarjetas descuento para tiendas y restaurantes. El segundo y tercero también fueron premiados.

Numerosos locales de la zona animaban el evento con música y bailes de sus empleados. «La fiesta no acaba», confirmaban, «esta noche todos a ‘LL showbar’ a seguir bebiendo y disfrutando de este gran acontecimiento».

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