Fuentes, cabinas y hasta un monumento: elementos urbanos de Madrid en desuso

Cuesta encontrar una que funcione. De las más de 4.000 fuentes que había en las calles de Madrid hace 30 años ya solo quedan algo más de 2.000 y muchas de ellas no funcionan. Las que aún existen, por ejemplo, en el Paseo de la Castellana hace tiempo que dejaron de tener utilidad como caño de agua y ahora más bien son un estorbo y un cúmulo de suciedad y pintadas en los laterales de la arteria madrileña.

Pero no es el único elemento callejero que no funciona en Madrid. Las cabinas públicas de teléfono que tanto han cambiado de forma y que tanto éxito tuvieron en otro tiempo, tampoco tienen ya mucha utilidad. Es raro encontrar una que funcione, de las cuatro que hay en la plaza frente al Museo Reina Sofía, tres no muestran ninguna información cuando descolgamos el auricular ni dan tono y la última, que sí nos muestra su funcionamiento, tiene bloqueada la ranura para insertar las monedas.

Aunque para elemento de la calle que no funciona y que prácticamente nunca lo ha hecho, el obelisco de Plaza de Castilla diseñado por Calatrava para Caja Madrid. Tras eliminar la fuente ornamental que ocupaba el centro de la plaza desde hacía años, se instaló esta columna dorada de 93 metros de altura con un sistema que hacía mover los paneles que recorren toda la estructura. Sin embargo, pocas veces ha estado en funcionamiento debido a su alto coste de mantenimiento: en torno a 150.000 euros al año según reconoció el ayuntamiento hace dos años. Otro elemento urbano que ocupa espacio y que no tiene ningún uso.

Seguro que ustedes conocen alguno más.